El presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, ha admitido hoy, en su primera comparecencia ante los medios de comunicación tras la muerte de Rayan, que en las unidades especiales hospitalarias, como la de neonatos en la que murió este bebé, no debería haber personal no cualificado, y que el caso de Raya "tiene que ser un punto y aparte" en el sistema sanitario español.

González Jurado ha subrayado que la sanidad española necesita una revisión, porque una enfermera cuando sale de la universidad "no está en condiciones de trabajar en puestos de alto riesgo", como las unidades de neonatología. "No hay entrenamientos específicos para las enfermeras", como ocurre con los médicos y el sistema Mir, ha explicado.

"Pero esto es lo que dice la ley europea y la española. Una enfermera puede estar hoy en rayos X y mañana en neonatología", ha añadido González Jurado.

El máximo representantes de los enfermeros españoles ha enumerado las circunstancias que, en su opinión, pueden generar "cierto riesgo en el Sistema Nacional de Salud", como la falta de cualificación de las enfermeras, que al salir de la universidad solo tienen una formación generalista, o "las bolsas únicas de contratación temporal de los hospitales".

No es el único caso

González Jurado también se ha referido a un caso similar al de Rayan acaecido en el año el 2000 en Canarias, con una sentencia del 2005 en la que el profesional de enfermería fue inhabilitado durante tres años, para agregar que, por lo tanto, no se trata de "un caso excepcional".

En la misma comparecencia, el representante de los enfermeros ha reconocido que la Comunidad de Madrid aún no le ha remitido la documentación sobre la muerte de Rayan, a quien una enfermera, que llevaba un solo día en la unidad de neonatos con un contrato eventual, le dio alimento por vía venosa en vez de por sonda nasográstica.

Críticas al gerente del hospital González Jurado también ha informado de que también estudiarán con sus expertos jurídicos iniciar algún procedimiento legal contra el director gerente del hospital, Antonio Barba, "no por su gestión, sino por sus manifestaciones" (Barba definió lo sucedido como "un terrorífico error"), que González Jurado ha calificado de "inmorales e indecentes". "Eso solo lo puede afirmar de forma tan categórica un juez y tras concluir una investigación".

Del mismo modo, ha insinuado que, de haber sido un error médico y no provocado por una enfermera como realmente ha sucedido, no hubiera hecho estas declaraciones de forma tan rápida.

Además, ha subrayado que el gerente, con sus palabras sobre la enfermera del caso Rayan, ha podido vulnerar "derechos fundamentales protegidos por la Constitución", como la presunción de inocencia.