Opinión | URBANISMO

Asociación Vecinal Cañero Nuevo

El centro Osio debe ser multiespacio cultural

La oferta cultural de la ciudad viene presentando algunas dificultades cuando coinciden eventos en fechas. Así, la Sala Orive, de formato manejable y versátil, queda como único espacio de ciudad para esas funciones.

Tras la primera y única reforma que a comienzos de los años 90 del siglo pasado se le hiciera al antiguo cine Osio, en la plaza del barrio de Cañero, se le atribuyó el nombre de “Centro de Iniciativas Culturales” apuntando ya esa multifunción cultural que tanta falta le está haciendo a la ciudad.

De entonces a ahora, observando los usos que ha contenido, podríamos concluir que ha cumplido con dificultad la función para la que se destinó. Sin embargo, el tamaño del edificio, la ubicación y los contenidos albergados sólo confirman que, de realizarle una adaptación eficiente y adecuada a los tiempos actuales que el tiempo transcurrido le requiere, podría convertirla en esa otra sala-auditorio, tipo Orive, que la ciudad viene necesitando.

Tanto la asociación vecinal (AV) Cañero Nuevo, colectivo que lo ha venido utilizando de manera frecuente para actividades de barrio, como el cercano IES Sta. Catalina de Siena y un largo etc. de grupos y colectivos culturales, han dado buena muestra de la versatilidad que la Sala Osio aportaría tanto al barrio al que está tan ligado desde su construcción como a la ciudad, convirtiéndola en ese multiespacio necesario a la vez que aportaría otros valores de incuestionable sentido como...

  • Fugar hacia los barrios un espacio donde se refleje, también, la oferta cultural de ciudad.
  • Sacarlo del ostracismo que viene sufriendo desde que permanece cerrado por decisiones controvertidas.

Por todo, tanto la AV Cañero Nuevo como los colectivos representados en el Consejo de Distrito Sureste, mostramos nuestra satisfacción porque llegue la rehabilitación del edificio, espacio que es de distrito susceptible de convertirlo en un recurso para la ciudad. No obstante, consideramos que en esa primera fase se prevea su adaptación con criterios de polivalencia que lo haga útil para exposiciones y conciertos, atendiendo en una segunda a definir un plan de usos donde esperamos el consenso con el órgano de participación de la zona que es el Consejo de Distrito. Sea como fuere, deseamos que se evite cualquier uso exclusivo o hipotecas con colectivos sin sede, que limite sus usos. En los tiempos que corren, no se entenderían inversiones con dedicación exclusiva para una única función.