Opinión | Punto y coma

Koldo ‘el bueno’

Cuando hace unos días escuché a un locutor de radio afirmando que habían detenido a ‘Koldo Aguirre’, en vez de a ‘Koldo García’, comencé a reflexionar sobre el hecho de que, a veces, puede ser un fastidio llamarse igual que alguien que no hace las cosas bien o, dicho de un modo menos suave, se pasa la ley y las normas cívicas y morales por el forro. Hasta en doce ocasiones aquel sustituyó el apellido de quien fuera asesor del ya ex ministro de Transportes durante más de dos años, y nuevo diputado del Grupo Mixto del Parlamento, por el del futbolista y entrenador vizcaíno Koldo Aguirre, internacional siete veces con la Selección Española. Avanzado el programa radiofónico, llegó a la mesa del periodista un aviso aclaratorio que hizo que quien había incurrido en un error no forzado deshiciese ‘ipso facto’ el entuerto onomástico y pidiese disculpas a los familiares de Koldo ‘el bueno’ y a los seguidores del Athletic Club. En beneficio de quien supo asumir el error con elegancia, algo que bien podría enseñarles a los que, en vez de lavarla, cambian de camiseta en el Hemiciclo, diremos que el segundo apellido de Koldo García es ‘Izaguirre’, que rima en consonante con ‘Aguirre’, lo cual pudo provocar que, en el subconsciente de quien por minutos recibía actualizaciones del escándalo, se generase la confusión.

La semántica es la rama de la lingüística que se encarga de estudiar aspectos relacionados con el significado, sentido, o, incluso, interpretación de signos lingüísticos como palabras o expresiones. Ahora bien, los nombres que a las personas les tocan en suerte cuando vienen al mundo, los nombres de pila, aunque pueden ser analizados desde el punto de vista etimológico o semántico, como cualquier otra palabra de una lengua, no deberían relacionarse, aunque inconscientemente se hace, con el carácter y los actos que definen a quienes los portan. Porque, si sucumbiésemos a dejarnos llevar por la relación biunívoca de nombres y hechos, hoy, por ejemplo, sería un incordio para quien firma estas líneas llamarse ‘Begoña’ y estar casada con un tal ‘Pedro’. Koldo Aguirre (fallecido en 2019) y Koldo García llevan el mismo nombre, pero no podrían ser protagonistas de un capítulo de las ‘Vidas paralelas’ -de Plutarco-, pues en nada se parecen las huellas que dejaron, en el caso del primero, y que se estima que dejarán, en el del segundo, sus vidas. Mientras el que fue detenido el pasado 20 de febrero por la Guardia Civil en Alicante, y puesto en libertad dos días más tarde, está acusado de un presunto delito de corrupción en el marco de la denominada ‘Operación Delorme’, el centrocampista vasco y el resto de ‘leones’ que vistieron la camiseta rojiblanca en los años 50 y 60 son recordados con cariño por sus incondicionales, ahora que el Athletic Club volverá a disputar una final de la Copa del Rey.

Koldo Aguirre Bidaurrazaga comenzó a jugar al fútbol en su Sondika natal. De ahí, pasó al CD Getxo, hasta que, con apenas 17 años, se incorporó a las filas del Athletic Club. Defendió los colores del equipo que lo mira como a un referente entre 1957 y 1969, y en dos ocasiones (1958 y 1969) levantó la entonces denominada ‘Copa del Generalísimo’. En 1961, debutó con la Selección Española, a cuyas convocatorias estuvo llamado hasta 1965. El próximo 6 de abril, el equipo que todavía recuerda a Koldo ‘el bueno’ tiene una buena oportunidad para rendir homenaje a quienes hicieron felices a sus aficionados en una época en la que había pocos motivos para sonreír. La final, que se jugará en Sevilla, enfrentará al Athletic contra el Mallorca, equipo al que, por cierto, también entrenó Aguirre. En cualquier caso, que haya paz en las gradas y que ganen los buenos, siempre los buenos.

 ** Lingüista

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