Opinión | Obituario

Un escritor ante el mundo

«La provocación y la inteligente ironía marcaron un modo de escritura propio»

Bizarro, lúcido, liberal y brillante, Rafael Mir Jordano siempre fue un severo y a la vez poderoso relator de su tiempo; un ser humano que identificaba escritura con pasión por la vida. Sintió la necesidad de narrar como contradeclaración al dislate de la fatuidad y la hipocresía, al modo de lo que proclamaba Georges Steiner para todo creador que se supiera constructor de un mundo más justo y más humano.

Vida y obra se asociaron para erigirse en armónico compromiso mostrando todo su caudal reivindicativo y proteico. La aguerrida provocación y la inteligente ironía marcaron un modo de escritura definitoria de un estilo propio; y «le style c’est l’homme», como presuntamente declaraba el diligente conde de Buffon.

Aunque hasta el año 2002 no fue nombrado académico numerario en la sección de Ciencias Morales y Políticas, Rafael Mir recibía, en la apertura del curso académico 2021-2022 la placa conmemorativa por el cincuentenario de su compromiso con la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, junto a sus compañeros Manuel Nieto Cumplido y Rafael Hernando Luna. Durante todo este tiempo, veló escrupulosamente por salvaguardar los aspectos legales de la institución ya más que bicentenaria, siendo principal artífice del proceso de legación patrimonial de unas fincas en Baza donadas a la Real Academia por el académico José Manuel Camacho Padilla. En fecha próxima, habrá de celebrarse en su honor la sesión necrológica protocolaria. Cofundador, Fiambrera de Plata (1987) y socio de honor (1989) del Ateneo de Córdoba, esta decana asociación cultural asume el honor de convocar anualmente un concurso de relatos que lleva su nombre y, asimismo, proveerá tiempo y espacio para homenajear su recuerdo.

Nos ha dejado el poliédrico escritor Rafael Mir Jordano, licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, profesor universitario en la Facultad de Derecho de la Universidad de Córdoba, gestor cultural, fundador y director de memorables revistas literarias, impulsor del cineclub y el premio de pintura ‘Fa presto’ del Círculo de la Amistad, colaborador habitual del diario CÓRDOBA y primer delegado de Cultura de la Junta de Andalucía en Córdoba, aunque su trasparente voz seguirá resonando.

Es imposible olvidar toda una fecunda existencia dedicada a la abogacía, la cultura y el vínculo inalienable con la palabra siempre fructífera, abierta a las innovaciones, marcada por la tradición y la vanguardia, la distinción y la insurgencia, la realidad y los sueños. Sit tibi terra levis, querido compañero, entrañable amigo, porque para los que te queríamos y te admirábamos, el dolor nunca podrá serlo.

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