Opinión | TRIBUNA ABIERTA

Empezar de cero

Los años que acaban, con lo bueno y lo malo, forman parte del año nuevo y de todos los venideros

Estrenar un nuevo año tiene algo de empezar de cero, de resetear el sistema, de empezar a escribir en una libreta nueva, de abrir la agenda por el día 1 y que te asalten preguntas de todo tipo sobre el futuro imposibles de contestar.

Abro la agenda por el último día del año, el 31 de diciembre será domingo, 365 días que se llenaran de mil cosas nuevas que son el enigma de hoy, y es que pasar las páginas de un año nuevo es como dar salto en el vacío, hay que respirar hondo y confiar en lo mejor.

Salir hoy a la calle, intentar caminar por el centro sorteando personas y cachivaches nos recuerda que hace poco tiempo todo era muy diferente y que ahora parece que todo el mundo se ha tomado la revancha, no hay nadie en su casa, todos en la calle, como si no hubiera un mañana, como si la nueva amenaza china nos fuera a meter de nuevo en casa, o si no son los chinos será la inflación, o una nueva crisis o vaya usted a saber qué. Mientras tanto, la gente baila bajo las luces de la calle Cruz Conde, como si no importara que les quiten lo bailado.

Será por la interrupción de los plazos judiciales, las luces en las calles o por la maldita curva de glucemia inevitable en estas fechas, que el famoso espíritu navideño parece invadirlo todo.

Sin embargo, los años que acaban, con lo bueno y lo malo forman parte del año nuevo, y de todos los venideros, formando un todo que es la vida misma.

Recordamos a todos los que no están con nosotros un día como hoy y que no anotarán nada en su agenda para este año, a los que se les acabó la vida, desgastada por el uso, o a los que echaron a la fuerza de este mundo.

Terribles nuevamente las estadísticas de asesinadas por violencia de género, ellas ya no podrán empezar de cero.

Nueve mujeres asesinadas en el mes de diciembre, cuatro casos más están siendo investigados y según los datos que se conocen, la mitad de ellas había denunciado y cinco estaban en el sistema Viogen.

Ya se habla de que este es un diciembre negro en la lucha contra la violencia machista y que hay que extremar la protección de las víctimas y afinar más en las medidas de protección que se impongan a los agresores.

Pasar estos días en un Juzgado de guardia, trabajando, es una experiencia límite, para la violencia no hay días inhábiles en el calendario.

He visto a los compañeros de guardia cumpliendo con su obligación en sesiones interminables, horas de pasillos, conversaciones y papeleo.

Una mujer anciana ha denunciado a su marido, la ha golpeado el mismo día de Navidad. Una chica muy joven, atemorizada, se esconde en una habitación habilitada el efecto, parece que ha estado llorando, tiene miedo, las amenazas de muerte de su exnovio se han multiplicado en estos días.

Otra mujer tiene varios moratones en las piernas, su abogada intenta calmarla, le explica el procedimiento.

Por la ventana de un pequeño juzgado de la provincia está mirando una chica, fuera luce un sol radiante, parece primavera. Ella tiene un pañuelo en la mano y un documento judicial en la otra. No se atreve a salir a la calle.

Ojalá pudieran empezar de cero.

*Abogada 

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