Diario Córdoba

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Diego Martínez Torrón

tribuna abierta

Diego Martínez Torrón

Música clásica: las delicias del verano

Frente a botellón y tendencias burdas, urge formar una juventud ecologista, civilizada y culta

Hay una generación de jóvenes preocupante. Un generación de masivo consumo de alcohol y drogas, de violencia, de machismo depredador de la mujer, de ignorancia de todo salvo de fútbol y cosas así. Una generación de energúmenos que solo viven para el burdo placer hedonista, que además es de mal gusto...

Recuerdo --ojo, es una ironía, lector o lectora-- cómo inventé la litrona. Para obsequiar a una chica, llevaba en el maletero del coche siempre una botella de champán Non Plus Ultra de Codorniú, mi preferido por su suavidad, y dos copas de cristal. Parábamos en la noche en una gasolinera para comprar cubitos de hielo y enfriar el champán, y con esa chica lo tomábamos en la extensión del Parque del Oeste de Madrid, hoy tomado por las maras... Y acabábamos remando en las aguas del Retiro según amanecía, después de desenganchar la balsa de sus ataduras, en la soledad inmensa de aquel hermoso parque.

Hoy veo pandillas de chicos que toman una litrona de cerveza caliente mezclada con whisky o vodka, que hacen vida en pandilla llamándose «hermano, hermano» como en Harlem, y beben hasta la extenuación y la vomitera, de un modo irracional... Y dejan todo lleno de basuras... Los alcohólicos del futuro o ya del presente.

Me he hecho viejo y añoro otras épocas. La época de nuestra juventud en la que la música popular era una forma de transformar el mundo. Como dije, entonces solo había una guerra... y acabamos con ella con la sola fuerza de nuestras guitarras y canciones... Hoy el rap burdo de horteras, aparentemente transgresor, que solo ofrece el sueño del enriquecimiento ilegal de pelotazo, las armas y las drogas...

Pienso que el mejor aprendizaje para la cultura que se puede dar hoy en la juventud lo define la enseñanza de la música clásica. Y creo que es urgente formar una juventud ecologista, civilizada y culta, que nos haga olvidar el riesgo de los tiempos que se avecinan...

Y Radio Clásica, de Radio Nacional de España, constituye una forma gratuita de educación del oído. En mi juventud solo me gustaba el rock, aquellas guitarras infinitas... Un amigo me dijo un día: escucha música clásica, y al hacerlo deja volar tu mente, reflexiona en lo que quieras, piensa, deja volar tu imaginación... Así es como desde 1971 estoy enganchado a esta emisora todo el día, como fondo en mi trabajo, o con una atención fija que me ofrece momentos sublimes.

Esta emisora ha estado en decadencia hasta hace poco, por la enorme cantidad de aburridos locutores charlatanes, que solo hablaban y hablaban en lugar de seleccionar buena música. Pero ahora transmiten las piezas enteras, como hubiera querido su creador, y muy seleccionadas. Así este verano es una delicia. Los charlatanes se han ido de vacaciones y retransmiten todo el día maravillosos conciertos internacionales. Podemos disfrutar de los pequeños placeres de la cultura, las pequeñas satisfacciones que aún nos quedan.

Gracias a internet oigo muchas emisoras internacionales de este tipo: BBC3 de Londres, France Musique de París, Radio Swiss Clasique, emisoras de Austria y Alemania. Y las mejores: las de Nueva York y San Francisco. Pero puedo deciros que Radio Clásica las supera a todas: frente a la mera música de repertorio de las otras, ofrece una valiosa indagación musicológica, descubriendo siempre nuevas piezas, o magistrales interpretaciones de otras más conocidas.

Os invito este verano a oír esta emisora, una forma gratuita de formar el espíritu, la mente y el oído. De luchar contra los tiempos de barbarie que se avecinan.

Y, quien pueda, que acuda a ese templo de la música que es el Auditorio de Música de Madrid, en el que por precios realmente asequibles he oído a los mejores instrumentistas internacionales.

La música clásica: el único arte actual que nos acerca a lo sublime. Una forma de luchar pacíficamente, pero con decisión, contra los tiempos bárbaros que se avecinan, y que ya han mostrado su verdadero rostro feroz en la absurda guerra de Ucrania.

* Catedrático de la Universidad de Córdoba y escritor

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