Verde que te quiero verde... Lo verde está de moda. Las empresas, la publicidad, corren a ver quién es más verde. Greenwashing es el término internacional. He estado pensando en cómo podríamos llamarlo con un término castellano. Antes se hablaba de blanqueo, blanquear (que es genérico). Ahora no sé si deberíamos hablar de verdeo (que tiene otro significado), verdear. Y violetear, rosear, para los otros ‘lavados’.

El banco que basa parte de su negocio en la venta de armas, de manera legal o ilegal, te regala una bolsa de tela con mensaje ECO y te lo ofrece personalizado «porque sabe que tú te preocupas por la Ecología»,

Una empresa eléctrica, de cuyo nombre no quiero acordarme, pone su logotipo en las bicis eléctricas de una ciudad del Norte. Bicis con mucho verde en su superficie. Sí, es la misma empresa que está en medio de una polémica por el vaciado de embalses.

Si no fuera por estos verdeblanqueos, deberíamos alegrarnos de que aumente la conciencia medioambiental. Pero, mientras tanto... la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la cuenca Amazónica (Coica) declaró en emergencia la situación de los defensores indígenas de la Amazonía debido al incremento de asesinatos ocurridos en 2020. Front Line Defenders sostiene que los asesinatos de defensores de los derechos humanos y el medio ambiente alcanzó la cifra de 331 en 2020. De este total, 86 fueron casos registrados en indígenas de la Amazonía (leído en De Sur a Sur, de ASPA).

Y, en este mismo sentido, con motivo del Día Internacional del Medio Ambiente, Amnistía internacional nos recordaba que, aunque el activismo global sobre la crisis climática ha cobrado impulso, un hecho relativamente ignorado todavía es que las personas que luchan por estas causas en primera línea —los defensores y defensoras de los derechos ambientales — corren grandes peligros para proteger sus hogares y sus comunidades. Simbolizan esta lucha Jani Silva, Danelly Estupiñan, Joel Chipiaje y María Ciro, que defienden el medio ambiente en Colombia.

Las actividades extractivas acarrean también otro tipo de problemas. Arsénico, manganeso, cadmio... son metales tóxicos que amenazan la salud de los pueblos indígenas de Perú. La zona minera de Espinar, en el sur, es el epicentro de una crisis por metales tóxicos que amenaza la vida y la salud de miles de familias indígenas. Necesitan que su Gobierno actúe con decisión y le ponga fin. De lo contrario, podrían morir y sus comunidades, desaparecer.

Y no es «su problema», es el nuestro.

Verde que te quiero verde/Verde viento. Verdes ramas/El barco sobre la mar/

y el caballo en la montaña.

Siempre es un buen momento para recordar a García Lorca, asesinado (no simplemente muerto) en agosto de 1936.