Hay manías, desagrados, simpatías, antipatías y luego están las fobias. Una fobia es una enfermedad, algo que nos impide realizar algún tipo de actividad o que nos impulsa a un comportamiento de odio hacia algo o alguien.

Como pasa con muchas palabras, cuando se utiliza abusivamente pierde parte de su sentido. Se banaliza. Y podemos aplicar el sentido y el término a cuestiones no muy trascendentes: la feria, la playa, la arena, las multitudes… Puede ser problemático tener fobia a las personas, así de manera general. Pero cuando hablamos, de manera informal, de nuestras filias y fobias no siempre somos conscientes de la gravedad de algunas de ellas.

Dice el escritor Mario Cuenca Sandoval (Infolibre, 21/05): «El blanqueamiento de la xenofobia y de la homofobia generará una mayor violencia social». Hace unos días, unos vecinos de Ceuta dispararon con una carabina de aire comprimido con mira telescópica a un joven inmigrante. Tras el disparo, y al verle tendido en el suelo por las lesiones, el presunto agresor se burló de él «Ahí lo llevas», dijo. En este mismo mes, un entrenador de fútbol infantil llama «negro de mierda» a un niño de 9 años.

¿En qué momento se traspasan los límites? ¿Cuándo el caldo de cultivo de las bromas pesadas, el acoso, el insulto más o menos velado da lugar o justifica agresiones mayores? Vitalina Koval, ucraniana, defensora de los derechos humanos y activista LGBTI, fue atacada en marzo de 2018 durante una manifestación. Seis personas de un grupo radical llamado ‘Karpatska Sich’ le arrojaron pintura roja. La pintura le cayó en los ojos y le causó quemaduras químicas.

El 17 de mayo se celebra el El Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia para conmemorar la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales de la OMS, en 1990. Desde la comodidad de nuestras casas, viendo películas modernas y anuncios que, afortunadamente, abordan la diversidad, no podemos desdeñar la importancia que, aun hoy, tienen estas Fobias. Repito ¿en qué momento se traspasan los límites o somos demasiado tolerantes ante el odio?

El martes cuatro de mayo, un joven árabe en Ahvaz fue asesinado por su orientación sexual. Poco después, la red iraní 6Rang (Six Colors) identificó a la víctima como Ali Fazeli Monfared, de 20 años, conocido como Alireza. Al parecer, miembros de su propia familia se llevaron al joven nativo de la capital provincial de Juzestán a la cercana aldea de Borumi, donde lo mataron brutalmente en plena noche. Su cuerpo fue encontrado un día después.

Hay vídeos en los que este joven aparece alegre, riendo. La brutalidad de su asesinado nos conmueve y el odio que demuestra nos estremece.

* Activista de Amnistía Internacional