El semanario Vida Nueva , que se presenta con el aval de ser una palabra independiente y comprometida en la Iglesia, celebra su 50 aniversario, número redondo, efeméride de oro. Medio siglo contando el acontecer del mundo y de la Iglesia, ofreciendo claves y comentarios, ayudando a una lectura creyente de la realidad. Ha pasado el Concilio Vaticano II y su aire primaveral en la Iglesia. Ha pasado en España una etapa de transición política y de consolidación democrática que ha marcado la historia de nuestro país. El mundo entero y la Iglesia no son los mismos hoy que hace años. Ha pasado una importante etapa en la que Vida Nueva ha sido una referencia casi obligada para conocer el pulso de la Iglesia y del mundo desde las claves del Evangelio y de la propia Iglesia. Desde sus inicios, la revista quiso ser una voz dentro de ella, y al igual que ayer, hoy busca ser una palabra evangélica, eclesial y siempre propositiva. Como bien decía uno de sus últimos editoriales glosando el acontecimiento: "Este es nuestro estilo y éste debe ser nuestro camino en la Iglesia y en el mundo. No pretendemos otra cosa que servir a la construcción del Reino desde el servicio de la información seria, veraz, abierta, plural. No queremos otro estilo que no sea el de la búsqueda de la verdad de Dios y de la verdad del hombre. Buscamos ser una voz nueva, fresca, que supere la diatriba y el enfrentamiento". Una felicitación cordial, ancha, amable y sincera para el semanario Vida Nueva , en sus bodas de oro con la información. Al timón, como director, el querido compañero Juan Rubio , audaz siempre, generoso y comprometido, junto al director general del grupo SM, Javier Cortés . Su apuesta es consolidar una revista eclesial, esperanzada, libre, respetuosa aunque independiente de la jerarquía, plural. La ganarán, estoy seguro.

* Periodista