Arzak+Arzak es la historia de un restaurante de 121 años, los últimos 30 luciendo ininterrumpidamente tres estrellas Michelin en San Sebastián, pero es también un libro «muy sentimental» sobre el tándem Juan Mari-Elena, padre e hija cómplices en la pasión culinaria y el compromiso con la excelencia.

Desde 2009 no publicaban ningún libro y, tras dos años y medio de trabajo con la editorial Planeta Gastro, nace este volumen que Elena Arzak se empeñó en pesar para demostrar que «la cultura pesa»; en este caso 2,1 kilos, el equivalente a «un buen txuletón», bromeaba hoy en su presentación Igor Zalakain, uno de los responsables del laboratorio de I+D del centenario restaurante.

Mucho ha llovido desde que los bisabuelos abrieron, a pie de la N-1 en Donosti, una modesta bodega en la que después la abuela Paquita Arratibel oficiaba banquetes de bodas; consciente de la dureza de su trabajo, intentó alejar a su hijo Juan Mari de los fogones, pero éste cambió los estudios de aparejador por los de cocina para escribir su leyenda como uno de los padres de la Nueva Cocina Vasca desde los setenta.

Su hija menor, Elena, se incorporó tras una amplia formación en Suiza y algunos de los mejores restaurantes europeos, creando así un tándem que, 25 años después, mantiene la complicidad. Arzak + Arzak recoge este proceso, además de 64 recetas seleccionadas del trabajo creativo de las dos últimas décadas y una colección de fotografías, «sin pose, del trabajo diario», señalaba la cocinera.