El holandés Duncan Laurence, máximo favorito, fue el vencedor anoche con 492 puntos de la sexagésimo cuarta edición de Eurovisión con Arcade, una balada soul de corte intimista y arreglos electrónicos que otorga a este país su quinto triunfo en el Festival Europeo de la Canción, el primero desde 1975. La gala se celebró en el recinto de Expo Tel Aviv de esta ciudad israelí, en la que el candidato español, Miki, acabó con su tema La venda en vigésimo segundo lugar con 60 puntos, el mismo resultado de Barei en el 2016 y un puesto por encima de Alfred y Amaia el pasado año, con lo que tampoco el catalán escapó a la maldición de los últimos lugares.

El podio de esta edición, a la que concurrían 26 países en la final y 41 desde el inicio de las semifinales, lo completaron Suecia, con 465 puntos para Italia y el tema Soldi, y Rusia, con 369 puntos para su representante y la canción Scream.

El resto del top 10 lo completaron Suiza (360), Noruega (338), Suecia (332), Azerbaiyán (297), Macedonia del Norte (295), Australia (285) e Islandia (234).

La gala tuvo como gran protagonista a Madonna. En su primera actuación en la gran final del Festival de Eurovisión, revivió Like a prayer, el sencillo que revolucionó el mundo hace 30 años gracias a un incendiario videoclip en el que besaba a un Jesucristo negro, momento que sin embargo no ha recuperado esta vez. Seguidora de la Cábala (en la tradición judía, sistema de interpretación místico y alegórica del Antiguo Testamento), quizás la diva prefirió recatarse en su show en Expo Tel Aviv, a escasos 70 kilómetros de Jerusalén, de Belén y en general de todos los rincones que comprenden la vida y muerte del mesías católico.

Concluido el turno de actuaciones a concurso, la diva se subió al escenario para dar inicio a un show de 9 minutos de duración que ha arrancado con la reinterpretación de su citado clásico, en clave de coral eclesiástica y junto a 30 acólitos de su propio culto que, vestidos con túnicas, la arropaban en una gran escalinata. Después llegó el estreno en vivo de su más reciente tema, el dancehall jamaicano Future, en el que reflexiona sobre el mundo en el que vivimos, esta vez con su cuerpo de baile ataviado con máscaras de gas.