El Ayuntamiento organizará otra recogida masiva de ADN de represaliados del franquismo en Córdoba

El Ayuntamiento de Córdoba ha puesto hoy en marcha la Oficina de Atención a Víctimas del Franquismo, aunque a la espera de que se contrate a un trabajador social que se dedique en exclusiva a las familias. Mientras, será un miembro del equipo multidisciplinar que está exhumando las fosas de Córdoba el que atenderá e informará a los familiares. La oficina aspira a ser a partir de ahora el centro de referencia de la memoria histórica en Córdoba y punto de encuentro de familiares.

El Ayuntamiento quiere convocar cuanto antes la comisión de seguimiento del convenio firmado en 2021 por las cuatro administraciones (Gobierno, Junta de Andalucía y Diputación de Córdoba) que hizo posible las exhumaciones en los cementerios de La Salud y San Rafael. La idea es organizar unas jornadas masivas de toma de muestras de ADN similar a la que se hizo en el año 2019 en el centro cívico de Poniente (plaza de Toros). De momento no hay fecha para esa recogida, ya que primero habrá que coordinar la actividad y difundir la información al mayor número de personas posibles.

Una oficina que llega con 87 años de retraso

En un lugar de memoria

El delegado de Infraestructuras, Miguel Ruiz Madruga, ha asegurado hoy que en verano estará resuelta la contratación del trabajador social y ha vuelto a pedir disculpas por el retraso en la apertura de la oficina. Representantes de varios colectivos memorialistas han asistido esta mañana a la inauguración de estas dependencias municipales que se ubican en el centro cívico de Levante, en la plaza Mahatma Gandhi del barrio de Fátima. Precisamente los representantes de los colectivos memorialistas han recordado que este lugar fue uno de los centros penitenciarios donde se recluyeron a muchos de los represaliados por el franquismo en Córdoba. Es el caso, por ejemplo, del padre de José Manuel Matencio y el abuelo de Carmen Sánchez, ambos de la Plataforma por la Comisión de la Verdad.

Trabajos de exhumación

La apertura de la oficina coincide con la finalización de los trabajos de exhumación del cementerio de San Rafael, por la imposibilidad técnica de seguir adelante, algo que ya se preveía en los estudios documentales previos a estas excavaciones por haber sufrido esas fosas numerosos cambios físicos. En los próximos meses, los trabajos en el cementerio de San Rafael consistirán en la identificación de los restos encontrados hasta la fecha.

Por contra, en el cementerio de La Salud sí continúan los trabajos de exhumación, que lleva a cabo también la empresa Themis, y que de momento han exhumado ya unos 180 cuerpos, de los que se cree que al menos 50 pertenecen a represaliados de la llamada época del terror caliente (entre el golpe militar y marzo de 1937). El reconocimiento de los restos, lo que permitirá ponerles nombre y apellido para poder entregárselos a sus familiares, es una de las claves de las exhumaciones y también su talón de Aquiles. 

Para que sea posible esa identificación es preciso llevar a cabo la toma de muestras de ADN entre los familiares vivos y el envío de las mismas al Hospital Anatómico Forense de la Universidad de Granada, una entidad que ha sido en muchas ocasiones "un cuello de botella" por el mucho trabajo que tiene. El paso del tiempo ha ido, además, limitando el número de personas vivas con un grado alto de parentesco con las víctimas a las que se les pueda extraer el ADN. No obstante, y aunque ese es el fin último de todas estas labores, los colectivos de memoria también ponen el acento en la divulgación de estos trabajos en las fosas comunes que de algún modo sacan a la luz y dignifican la memoria de los represaliados por el franquismo. 

Ruiz Madruga ha subrayado la importancia de la inauguración de la oficina y ha explicado que este espacio que servirá para informar a los familiares y la ciudadanía en general, y recoger muestras, lo que era el compromiso que tenían como Ayuntamiento. “El proyecto busca mantener viva la memoria de ese momento trágico de la historia y dar respuesta a las familias, que tienen derecho, y administraciones, el deber legal y moral de darles asistencia”.Además, se espera que sea una oficina con “la máxima dignidad”, abierta y sitio de encuentro para alcanzar ese objetivo justo. 

Antonio Deza, de Dejadnos Llorar, ha puesto pese a todo más enfásis en lo logrado que en el tiempo transcurrido y espera que este proceso sirva también para contextualizar esa etapa negra de la historia de España.