Su comportamiento superó lo agresivo, llegó a lo peligroso y dejó en evidencia prácticas deleznables, lo que motivó que el Gobierno griego suspenda la Liga de Fútbol helénica. El presidente del PAOK Salónica, uno de los hombres más ricos de Rusia, amenazó al árbitro con una pistola después de que anulara un gol fuera de juego. Tal miedo pasaría que luego lo dio por válido.