Dos cabos de la Guardia Urbana de Badalona declararon ante el tribunal del 'procés' el incidente que sufrieron al intentar requisar unos carteles que entendían publicitaban el referéndum del 1-O. Una de las personas que logró impedirlo fue el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, que les dijo que pasaran de largo y que "la Guardia Urbana no estaba para eso".

No obstante, ninguno de los agentes escuchó al acusado insultarles. Y uno de ellos calificó de "cómica" la situación en la que Cuixart puso las manos encima del capó para impedir que arrancara sin haber devuelto uno de los DNI de las personas que llevaban los 45 carteles requisados.

Previamente la había calificado de "muy tensa", debido a la gente que se aproximó insultándoles con "fascitas" y "os vamos a echar de Badalona". Por ese motivo se descartó la detención del presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, y de quien sacó al final del vehículo, el concejal de Guanyem Badalona José Téllez, que este lunes fue absuelto, y al que uno de los agentes recriminó por haberles desautorizado.