Tres semanas después del anuncio de la baja de larga duración, Deivid fue operado el lunes en Santander. No hubo noticias hasta altas horas de la noche, cuando el central publicaba en un red social que «todo perfecto, la operación ha sido un éxito. Con el alta en la mano, nos volvemos a casa a empezar a trabajar. Emocionado con sus mensajes». Y es que no han sido pocos los cordobesistas que le han transmitido sus mejores deseos al central canario.

Ahora le toca al ex de la UD Las Palmas un largo proceso de recuperación. Desde el club se pronosticó un tiempo estimado de entre cinco y seis meses para su retorno. Ahora bien, el canario ya dejó claro que su intención es «reventar los plazos». El problema es que por mucha prisa que se dé ya llegaría para primavera, para el arreón final de competición, para cuando se confía en que, si todo va bien, el equipo esté ya definido. En cualquier caso, un refuerzo más para ese tramo final de campeonato.

Además de lo que aporta en el campo, Deivid, que renovó automáticamente la pasada temporada después de disputar 50 encuentros con la blanquiverde y que después, en verano, firmó una nueva ampliación de contrato hasta 2018, siempre ha sido desde su llegada uno de los pesos pesados del vestuario, con autoridad. Sin pelos en la lengua, el zaguero es uno de esos pocos jugadores que siempre hablan claro y, además, se ha sabido ganar el cariño de la afición, como se vio en el homenaje del pasado viernes en El Arcángel.

De momento, Deivid deja al Córdoba con solo dos centrales, Héctor Rodas (que vuelve tras cumplir sanción) y Bijimine, con lo que Oltra tiene que tirar de la polivalencia de jugadores como Caro o Cisma, al que solo ha puesto de central en algún entreno, y del segundo equipo.