Mirando la televisión, asomándose de vez en cuando a la ventana, enviando mensajes a amigos... y comiéndose los nervios mientras aguarda que regrese la vida normal. Seguramente sabiendo que ya nada volverá a ser como antes. Así, como casi todo el mundo, pasa los días José Pedrosa Pacheco, posiblemente el trabajador que más tiempo lleva en su puesto en el actual Córdoba CF. Pepillo -como se le conoce- es responsable del material y una pieza de referencia en el engranaje diario del club blanquiverde. La crisis de coronavirus le ha dejado confinado en su domicilio, donde enlaza los días con esa sensación de resignación y perplejidad que acompaña el día a día de una población que ve su mundo como una foto fija.

"Lo vamos llevando bien", admite Pepillo desde su casa a través de una conversación telefónica. Las horas transcurren ahora de un modo distinto. Acostumbrado al trasiego de camisetas, medias o botellas de agua, este abnegado trabajador de 53 años es el jefe del cuarto de las botas, el que lo controla todo. Con el fútbol parado y sin fecha fijada de vuelta, su espacio se queda reducido a las paredes de casa. "Yo no quiero darle muchas vueltas a esto, estoy tranquilo y esperando como todo el mundo a que haya un arreglo", dice.

Su rutina es sencilla. Echa una mano en casa y sigue en contacto con el Córdoba a través las redes sociales. "Estoy viendo lo de las llamadas a los aficionados y todo eso, que está muy bien. A la gente le da alegría recibir una llamada de la directiva o de un jugador", apunta.

De salir, lo justo. "Salgo a comprar en vez de salir la madre, que tiene ochenta años", cuenta. "Vivo en una planta baja y terraza no tengo, así que me asomo al patio y ya está, por lo que solo salgo a comprar", indica Pepillo, quien también ayuda "un poquito" a su hermano pero confiesa que "desde las doce y media o por ahí" se pone "a ver la tele".

Después de tres semanas -y con el anuncio del Gobierno de una ampliación del estado de alarma y el confinamiento de la población hasta el 26 de abril-, Pepillo admite que se hace "algo pesado" el mantenerse en casa, pero subraya que lo tiene asumido. Como la mayoría, se estimula pensando en lo que hará cuando acabe esta crisis sanitaria. "A ver si es verdad que termina pronto y podemos salir un poquito a la calle y a esperar acontecimientos", dice.

Su gran deseo es que "todos se encuentren con salud" y que "pronto podamos reunirnos de nuevo". "Le escribí a Ismael (su compañero en sus labores de responsable de material), hablé directamente con él y me dice que está bien", explica Pepillo, que deja claro que echa de menos "estar en El Arcángel y a los jugadores", además de "a todos mis compañeros allí". "Escribí a Cloti, a Rosa... Les dije que cuando termine todo esto haremos un perol. Para celebrarlo. Me acuerdo mucho de todos. Echo de menos tener mi rutina y estoy un poquito que me subo por las paredes", desvela el utillero blanquiverde.

¿Y qué les dice a los aficionados? "Mi mensaje a los cordobesistas es que entre todos nos vamos a cargar al virus este y que pronto nos veremos en los partidos, pero antes hay que quedarse en casa". Palabra de Pepillo.