Jorge García Navea (Córdoba, 1977) es un histórico del baloncesto. Es el jugador que más ascensos a la Liga ACB ha conseguido en las competiciones profesionales en nuestro pais. En ocho ocasiones ha festejado el éxito deportivo, aunque en tres de ellas -con el Autocid Burgos- no pudo culminar la hazaña con el acceso efectivo a la élite. El cordobés logró ascender a la máxima división con el Lucentum Alicante (99-00, 04-05 y 08-09), el Tizona Burgos (12-13, 13-14, 14-15 y 16-17) y el Bilbao Basket (03-04).

A sus 43 años, reside en Alicante y forma parte del cuadro técnico del Club Atlético Montemar. Desde la localidad levantina, Jorge García relata que vive el confinamiento con paciencia. "Poco a poco vamos acostumbrándonos, es dura por ese aislamiento físico de las personas que te importan", indica. "Al principio podría parecer inquietante y hasta bueno por ese parón para pensar y reflexionar si vamos en la dirección correcta, pero con el paso de los días se está haciendo pesado y más si piensas en el después, cómo será a nivel social y económico", reflexiona el cordobés, quien insiste en que está "contento porque mis familiares y amigos están todos bien de momento, aunque la situación es preocupante".

"En mi caso estoy en Alicante, en casa con Nuria y mis hijos Adrián y Marcos. Te aseguro que cuando tienes hijos el día se pasa más rápido, sobre todo si tienes que ayudarles a hacer los miles de deberes que tienen que enviar", bromea.

García explica que "como ex deportista profesional, en este tipo de situaciones te ayuda mucho tener una rutina diaria y cumplirla y hacer que tenga sentido". "Si tienes que andar o correr por el pasillo o la terraza se hace. También es importante marcarte objetivos, pequeños y otros algo más grandes, eso te ayuda junto a la rutina diaria a darle sentido a esta situación", resalta.

Una hoja de servicios impactante

Jorge García se inició en el Colegio Franciscanos, pasando después al Colegio Virgen del Carmen. Allí fue captado por la cantera del Real Madrid, con el que se proclamó campeón de España en categoría júnior. Tras un breve paso por el CB Marbella en la Liga EBA, volvió a casa con 19 años para enrolarse en el Cajasur, que acababa de ingresar en la LEB. Dos temporadas en Vista Alegre, especialmente una segunda a las órdenes del técnico estadounidense Frank Lawlor, le sirvieron para proyectarse: fue internacional sub 22 y entró en la órbita de la ACB. Con un estilo de juego efectivo y solidario, Jorge se labró una excelente reputación. Su plusmarca de ascensos será difícil de batir.

Su historial es notable: un año en EBA, diecisiete en la LEB Oro y cinco más en la ACB. Pasó por Marbella (95-96), Cajasur Córdoba (97-99), Lucentum Alicante (1998-2001, 08-10), León (2001-03, 10-11), Bilbao Basket (03-04), Fuenlabrada (04-08), Navarra (11-12), Burgos (12-15 y 16-17) y Lleida (15-16).

La percepción de Jorge García sobre el porvenir tras la pandemia del coronavirus resulta dura. "El mundo del deporte estaba saliendo de la anterior crisis muy lentamente, aunque había deportes que se recuperaban más rápido", expone, indicando que "esta crisis dejará muchos deportes al nivel amateur porque la situación económica de los deportistas será mucho más adversa de lo que lo era hasta ahora, y no ayuda que sea una crisis ni mundial ni de toda actividad deportiva".

¿Y en el baloncesto? "En este caso vienen tiempos duros, donde los salarios serán más bajos y los contratos más inestables, pero lo más importante será ver si por parte de las instituciones competentes retirarán el poco apoyo que daban antes al deporte tanto profesional como de formación, siendo este imprescindible medio de apoyo a la educación en valores y calidad de vida de los niños y jóvenes", concluye.