El expiloto cordobés Francisco Palomo falleció ayer tras permanecer unos días en la UCI de Reina Sofía, como consecuencia de una caída en su casa. Francisco Palomo empezó muy joven a formarse como mecánico y estuvo trabajando en los Talleres Briceño. Después se instaló por su cuenta, para desarrollar su carrera profesional como especialista en inyección de vehículos diesel y de competición, siendo miles los vehículos que pasaron por su taller de la Avenida de Libia.

Empezó en competición en los 70 del pasado siglo, en ralis y pruebas de montaña, con coches como el Renault 8 TS o los Seat 124. Con estos vehículos consiguió sus primeras victorias en los 80, como por ejemplo en el Rali de Córdoba. Esta fue su mejor década, en la que se proclamó cuatro años consecutivos (de 1987 a 1990) campeón andaluz con Peugeot 205 Gti. También por entonces consiguió varios títulos autonómicos de montaña. En 1991 ganó el Sierra Morena. En los años siguientes siguió en competición con otros coches como el Lancia Delta Integrale, Peugeot 106 Kit Car, Renault Clio de diversas versiones, Citroën Saxo Kit Car y otros. En 2006 sufrió graves quemaduras tras un incendio en su taller, que él mismo pudo apagar, pero que le llevó al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde estuvo ingresado una larga temporada, para recuperarse totalmente. Volvió a competir en el Sierra Morena de 2008.

Paco era un piloto minucioso con sus vehículos, dedicándole muchas horas fuera de la jornada laboral. Además le gustaba entrenar mucho los tramos, de manera que bastantes se los sabía de memoria. Era rápido y seguro sacando todo el partido a sus vehículos, en ocasiones menos potentes que los de sus rivales. En su carrera tuvo numerosos copilotos, como Pascual Aguilera en los primeros años, y después Fernando Giménez, Rafael Marchena o Miguel Pérez. También fue copiloto de su gran amigo Paco López, con el que se intercambiaba asientos en algunas carreras.

Palomo hizo escuela entre los pilotos cordobeses preparando sus vehículos, haciéndoles las asistencias o aconsejándolos. También lo hizo con numerosos pilotos andaluces y era muy querido por los aficionados cordobeses, andaluces y extremeños, por sus buenas actuaciones en el Rali de la Vendimia. Además de piloto, copiloto y mecánico, era sobre todo un gran aficionado al automovilismo. Desde aquí, nuestro más sentido pésame a la familia, Paco Palomo siempre estará en nuestra memoria.