El director Benito Zambrano, que con Intemperie opta al Goya a la mejor película, afirmó que, «desgraciadamente», los andaluces saben «mucho de lo que fue la miseria de la posguerra, del hambre, del dolor y de la crueldad que se vivió en la dictadura». Zambrano tenía previsto presentar el pasado jueves la proyección de la película en Málaga dentro de los actos previos a la entrega de los Goya en esta ciudad, pero por motivos de trabajo no pudo asistir y envió un vídeo que se presentóantes de la exhibición de la cinta.

En el vídeo, el cineasta califica la película, que se desarrolla en la posguerra, como «un regalo» que le dieron los productores, seálando que, pese a partir de la novela homónima de Jesús Carrasco y ser un encargo, lo sintió como propio, porque al leer el libro se dio cuenta de que tenía «mucho que ver» con él.

«Soy de un pueblo de la Campiña sevillana, de Lebrija, un pueblo donde había sequía, la tierra se agrietaba, y era un gran problema porque no había trabajo y la tierra no producía», explica. Y añade que conoce «ese universo», porque de niño trabajó «en cortijos y en el campo» y viene «de una familia jornalera», insistiendo en que la novela le «llegó» y le «tocó mucho». Ahora considera que a los espectadores les «toca cerrar la película y terminar de contarla», porque cada uno de ellos es «no solo un espectador, sino también creador y director».