El nacionalismo «siempre es un sentimiento excluyente respecto a los otros» como vivió la ciudad egipcia de Alejandría, un crisol de una sociedad cosmopolita que ha ido mermando con el paso de las décadas, según la escritora española Julia Navarro, informas Efe.

Sentada junto a un ventanal del emblemático Hotel Cecil de Alejandría, uno de los escenarios de su nueva novela Tú no matarás que se ha publicado esta semana en España y Chile, Navarro deja claro que «al final, el nacionalismo, del tipo que sea y en el país que sea, siempre es un sentimiento excluyente respecto a los otros». Señala en una entrevista con Efe que la urbe de Alejandría ha sido un «ejemplo» de ello. Tú no matarás, editado en castellano por Plaza & Janés y en catalán por Rosa dels Vents, relata la amistad entre Fernando, un joven editor hijo de un republicano represaliado, Catalina y Eulogio.

Los tres deciden emprender una huida de una España azotada por la Guerra Civil (1936-1939) escapando cada uno de sus propias circunstancias y haciendo su primera parada en la Alejandría de la II Guerra Mundial (1939-1945). Tras las ventanas del histórico Cecil se destapa un ambiente caótico en las calles alejandrinas, mezclado con los elegantes edificios con influencia europea a orillas del mar Mediterráneo, un paisaje que ha querido recrear en su voluminosa historia y en la que algunos ahora solo la ven como un recuerdo. Desde la independencia de Egipto y la nacionalización del Canal de Suez en la década de los 50, cuyo discurso para la proclamación fue realizado por el presidente egipcio y líder panárabe Gamal Abdel Naser en su Alejandría natal, la comunidad foránea en la ciudad se ha ido diluyendo con el tiempo.

«Alejandría fue un crisol de una sociedad absolutamente abierta en la que todo el que llegaba era absorbido por la ciudad, en la que había gente de todos los lugares, que eran sobre todo alejandrinos. No importaban de dónde vinieran», afirmó la escritora, que confiesa que para imaginarla le resultó «imprescindible» el libro Alejandría de E.M. Forster. A Navarro el nacionalismo le produce «muchísima inquietud porque normalmente los nacionalismos tienen mucho más que ver con las emociones y los sentimientos que con la razón. Lo estamos viviendo en estos momentos en España con Cataluña», dijo. Sus personajes serán bienvenidos, sin importar su procedencia, en esta Alejandría de los años 40, donde tendrán que lidiar con sus conciencias.