Se quejaba Juvenal en el siglo II del Imperio de que «el pueblo, que antes otorgaba mando y legiones, ha perdido ya todo interés por la política y hoy solo desea con ansia dos cosas: pan y circo». Ese es el contexto en que aparece por primera vez la expresión panem et circenses, pan y circo, para criticar que el pueblo, ignorante y embrutecido, renuncia a sus derechos políticos y adormece su conciencia atiborrándose de comida y diversión.

Ya desde tiempos de la República romana el circo permitía que los prohombres de las urbes hicieran campaña política financiando una diversión con que acrecentaban su fama y prestigio. Más tarde será el emperador quien se convierta en único patrocinador del espectáculo para acaparar así el favor del pueblo y calmar los conflictos sociales que pudieran derivarse de su acción política.

Pero el circo romano no será solo un mero espectáculo de distracción, también se convertirá en el lugar donde el emperador podrá tantear la opinión pública, porque los juegos congregarán en masa al pueblo de Roma y allí, en el Circo Máximo, la plebe dará rienda suelta a sus inquietudes y reclamaciones.

Puesta esta formidable maquinaria en marcha, todos los césares cumplirán ante la plebe. Los buenos emperadores no descuidarán la construcción de infraestructuras monumentales donde ofrecer diversión al pueblo. Los emperadores autoritarios aún más, porque, al despreciar al Senado, se apoyarán decididamente en la plebe, para ganársela a través de fiestas y espectáculos continuos, carreras de carros, luchas de gladiadores, combates de fieras, porque «el lugar de la competición se constituía, insisto, en un espacio de reunión masiva y de decisión popular por parte de unas masas enardecidas como consecuencia de la épica del espectáculo» (pág. 183).

Panem et circenses (Madrid, 2018), de David Alvárez Jiménez, ha sido publicada por Alianza Editorial y lleva por subtítulo Una historia de Roma a través del circo, adecuada precisión, porque el autor explica la historia de Roma tomando como elemento vertebrador el mundo de las carreras, su evolución y la importancia que cada emperador y época histórica le otorgó. A través de los espectáculos circenses podremos apreciar la transformación de la sociedad romana.

Se aborda el circo como espacio físico pero también se habla de los aurigas famosos y millonarios, del papel de los pantomimos, los caballos, las apuestas, los adivinos, magia, envenenamiento y trampas en la competición, verdadero fanatismo por los colores que deja hoy en pañales a los fervorosos y violentos desenlaces de muchos encuentros deportivos de máximo riesgo.

‘Panem et circenses’. Autor: David Álvarez Jiménez. Edita: Alianza Editorial. Madrid, 2018.