En el popular barrio de Sant Antoni, nos adentramos en la aparente relación de amistad entre dos chicas, Yesi y Desi. Sus vidas convergen en el mismo colegio, barrio, tienda y ambas coinciden en edad. Sin embargo, su amistad no se cimenta sobre un afecto sincero y profundo. Es Desi quien nos invita a entrar en su mapa psicológico y familiar. A través de su voz, iremos descubriendo los temores, los puntos débiles y las claves que nos ayuden a descifrar su enfermiza aversión hacia Yesi.

Berta Marsé (Barcelona, 1969) realiza trabajos como lectora y analista de guiones para distintas editoriales y productoras. Colabora en diferentes revistas y dominicales. Con su cuento La tortuga ha obtenido el premio Gabriel Aresti. Entre sus obras encontramos En jaque y Fantasías animadas.

Durante la niñez y adolescencia, hasta su desaparición forzada, Yesi se perfila, a ojos de Desi, como modelo de perfección en el plano académico, artístico y familiar, a lo que se suma su agradable atractivo físico. No obstante, será la madre de Desi quien, en su empeño de proyectarla constantemente como niña o adolescente ejemplar, va marcando un abismo emocional entre ambas. De esta forma, el objetivo de consolidar una amistad robusta entre ambas chicas se va desmoronando irremediablemente, dando como resultado el efecto contrario. Yesi se convertirá, así, en «un monstruo» que amenace la tranquilidad, la paz interior y el equilibrio emocional de Desi. La huida en momentos de crisis y la búsqueda de refugio fuera del ámbito del barrio y de su propia casa lograrán restablecer, en apariencia, el ánimo enfermizo de la protagonista. De manera inesperada, Yesi desaparece, y será en este periodo de tiempo cuando el lector atisbe una leve mejoría en la vida de Desi. Pasados unos años, sin embargo, esta volverá a aparecer y, aunque muy desmejorada, apenas un lejano reflejo de lo que era, su solo nombre volverá a desestabilizar a Desi. Finalmente, un desenlace inesperado, abrupto y dramático decidirá el destino último de las jóvenes.

Berta Marsé nos propone, desde una ficción cercana y creíble, el tema de la amistad, el rol de la madre en la vida de sus hijas, la envidia, la baja autoestima, las crisis en la adolescencia con los desarreglos alimenticios y anímicos o la presión de la prensa. Todo ello, contextualizado dentro del periodo de crisis económica que abarca desde el 2008 hasta el 2013 mediante alusiones a hechos históricos, sucesos o eventos, amenizará y proveerá de ciertas dosis de veracidad la narración. Con un lenguaje ameno, directo y coloquial, Berta Marsé consigue una novela ágil, de carácter preferentemente femenino y con marcados tintes de novela negra.