La jueza del juzgado de primera instancia e instrucción de Baena ha archivado la denuncia contra la integridad moral puesta por un joven trans durante la feria de Baena.

En el auto, al que ha tenido acceso este periódico, queda probado que el cuarto de baño masculino de la caseta tenía dentro diversos aseos con puerta, en cuyo interior existía un váter. Por ello, indica la sentencia, «se garantizaba la privacidad», así como el uso del mismo estando sentado, «carenciendo de lógica que (el denunciante) decidiera acudir al servicio de señoras». La jueza considera «normal» la actitud del personal responsable de la seguridad del establecimiento que le pidió desde la puerta del servicio de mujeres a que lo abandonara. Además, no ha quedado probado que hubiera sido obligado a abandonar el establecimiento de forma forzosa.

Oliver, el joven trans, denunció en octubre ante los medios, acompañado por miembros de la plataforma Córdoba por la Diversidad, que el baño de la caseta «violaba cualquier regla de intimidad» y se fue al de chicas, donde dos personas le dijeron que no podía estar. Oliver manifestó que está en proceso de reasignación de sexo parcial y solo está operado de la parte superior de su cuerpo.