La asociación de vecinos Centro Histórico denuncia el mal estado de distintas calles del centro y demanda al Ayuntamiento su arreglo. El presidente de este colectivo, Rafael Martí, asegura que son calles que están «fatal» y que «resultan intransitables». En esa lista de vías, según señala Martí, se encuentran el bulevar del Gran Capitán, Duque de Hornachuelos, la plaza de la Compañía, Santa Victoria, parte de Jesús y María, Eduardo Lucena, la plaza de Aladredos, Osario y Ramírez de Arellano.

Ante esta denuncia, la responsable de Infraestructuras del Ayuntamiento, Amparo Pernichi, explica que las calles que necesitan un arreglo integral, como Osario y Ramírez de Arellano, deben incluirse en el plan de inversiones del Ayuntamiento y debatirse en el seno del consejo de distrito, por lo que su selección dependerá de la prioridad que le dé este órgano. Pernichi añade que otras zonas, como Duque de Hornachuelos, la plaza de la Compañía, Santa Victoria, Jesús y María, y la plaza de Aladredos, que tienen desperfectos en el pavimento, pueden incluirse en el plan de mantenimiento habitual de Infraestructuras. En cambio, Gran Capitán, Conde de Robledo y Eduardo Lucena, que presentan hundimiento de la calzada por culpa del tráfico, tienen una solución más compleja, ya que, según Pernichi, mientras no se restrinja el paso de vehículos van a seguir teniendo problemas aunque se arreglen.

Por otro lado, el colectivo muestra su descontento con las nuevas farolas de la calle Capitulares, al considerar que su sustitución ha supuesto una pérdida patrimonial y «un menosprecio de la participación y un engaño a la ciudadanía», ya que, según asegura, la infografía difundida en la comisión de seguimiento y aprobada por la Comisión de Patrimonio respetaba el modelo Córdoba y las farolas fernandinas. A su juicio, las nuevas farolas suponen «un despilfarro que podría haberse aprovechado en otras mejoras para la calle y no en degradar el paisaje urbano histórico». La asociación considera que las farolas de fundición suponen «un bien patrimonial que cualquier ciudad con unos políticos y proyectista sensibles y cultos se afanan en proteger y conservar».