Tres residencias de mayores de la capital han recibido este marrtes la segunda dosis de la vacuna del covid, una vez transcurridos los 21 días prescritos que deben pasar tras la primera. Son las residencias Nuestra Señora de los Dolores, la de Mayores Santísima Trinidad y en la Fundación Hospital San Jacinto, según ha informado la Consejería de Salud y Familias.

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A lo largo de la mañana,110 personas entre mayores, religiosas y trabajadores de la residencia de Nuestra Señora de los Dolores han recibido la vacuna, que según la directora de la entidad, Isabel Olvera, "supone una alegría y un gran alivio para todos aunque de momento tengamos que mantener todas las medidas de seguridad, ya que como nos han dicho, tienen que pasar al menos siete días para que empecemos a ser inmunes".

Según Olvera, las primeras en vacunarse han sido Lorenza y Leonor, de más de 80 años, que se han mostrado muy satisfechas de poder completar el proceso, ya que llevan muchos meses de incertidumbre, preocupados ante posibles contagios. "Estoy muy feliz y me encuentro muy bien con la vacuna, no he sentido dolor, y ahora estoy muy contenta porque pronto podré ver a mi familia", ha asegurado Leonor.

Leonor saluda junto a una trabajadora dentro de la residencia. CÓRDOBA

Y eso que esta residencia ha logrado llegar hasta este momento con un solo contagio asintomático de una residente que se encuentra perfectamente y también ha sido vacunada. "Hemos sido muy cuidadosos todo el tiempo y hemos trabajado duro para evitar contagios, pero también es cuestión de suerte que no los haya habido", ha explicado la directora, que ha asegurado que ninguno ha tenido efectos secundarios tras la primera inyección y tampoco se ha quejado porque haya sido especialmente dolorosa.

De momento, todas las residencias de mayores, que permanecen cerradas a visitas y salidas desde después de la Navidad, mantendrán las mismas restricciones a la espera de nuevas instrucciones de la Junta de Andalucía. "Las familias están deseosas de poder reanudar las visitas, pero hay que tener paciencia y ser cautelosos para proteger a nuestros mayores", ha señalado Olvera que, sin embargo, confía en que "pronto habrá cambios".

Según ha explicado el jefe de la Unidad de Medicina Interna del hospital Reina Sofía de Córdoba, José López Miranda, aunque la primera dosis de la vacuna ofrece inmunidad, es con la segunda dosis con la que se genera el efecto de recuerdo y potenciación de la respuesta inmunitaria por lo que es a partir de ese momento cuando se puede hablar de protección al 95%. Sin embargo, recuerda, "la protección total no existe" por lo que "hay que ser muy cuidadosos y mantener las medidas de seguridad". Sobre los mayores que se han contagiado pese a tener la primera dosis de la vacuna aplicada en algunas residencias, López Miranda ha señalado que existe esa posibilidad porque con la primera la inmunidad es menos fuerte y porque ese 5% de probabilidad de contagio siempre se mantiene, incluso después de la segunda aplicación.

Vacunación en la residencia de Nuestra Señora de los Dolores. CÓRDOBA

En la residencia de la Santísima Trinidad, los mayores recibieron la visita de los sanitarios encargados de realizar el segundo pinchazo por la tarde. «Estaban nerviosos e impacientes porque para ellos esto es un motivo de celebración», explicó Lola, terapeuta ocupacional del centro. A su lado, en el teléfono, José Rafael Solís Tapias, cordobés de 99 años actor y exempleado de Cajasur, explicaba con voz alta y clara sus impresiones. «Yo esperaba el momento de la vacuna con mucha alegría porque esto es lo que nos va a permitir solucionar este problema», sentenció convencido, «a mí lo que me gustaría es que cuanto antes se vacune a todo el mundo para que podamos estar todos tranquilos por fin». Durante la pandemia, no temió por su salud, aseguró, pese a formar parte del colectivo de riesgo. «Yo soy un hombre de presente, sin futuro ya porque este año lo que cumpla serán 100 años, pero temía por mi familia, por mi hija, nietos y bisnieto», comentó, tras agradecer el trato exquisito recibido durante los meses pasados en la residencia: «Son fabulosos, gracias a trabajadoras como Lola puedo ver y hablar con mis familiares con la tablet».