Córdoba acoge desde ayer la 22 reunión del Grupo de Trabajo de la OTAN de Lucha Contra Artefactos Explosivos Improvisados (IEDS), que está organizada por el Centro de Excelencia sobre esta actividad, cuyo director es el coronel José Antonio Ruiz Moro.

-¿Puede explicar qué son los artefactos explosivos improvisados?

-Los artefactos explosivos improvisados son aquellos que se fabrican por grupos o por personas que atacan a personal de la Alianza Atlántica en diferentes zonas de conflicto. Para entendernos, esas bombas que ponen en las carreteras en Afganistán o Irak; esos explosivos que demuelen edificios completos y que no siempre son realizados con municiones convencionales o material explosivo estándar.

-Entonces, su función es combatir y evitar que ese tipo de actos de produzcan. ¿Cómo se combate un ataque que, como su nombre indica, es improvisado?

-Esa duda que tiene usted no es solo suya. Realmente, el artefacto, la explosión es el síntoma de la enfermedad. La enfermedad es que detrás de ella hay toda una red que proporciona material, la fabricación, que realiza labores de observación, que identifica los objetivos; que luego, después de la explosión, lo mete en redes sociales, como propaganda; gente que tiene que colocarlo y situarlos y que tiene que darle al botón. ¿Qué es lo que hace la lucha contra IEDS? Realmente esta lucha es proactiva. De hecho, su pilar fundamental es el ataque a estas redes. Es decir, identifica las pautas de comportamiento de toda esa red, los movimientos, la forma de actuación y e intenta atacar a cada una de esas células de forma independiente, de tal forma que, al final, la cadena que da lugar a esa explosión se rompa en cualquier momento.

-Da la impresión de que esta actividad tiene mucho de policial, además de militar ¿No?

-Utiliza técnicas policiales, pero no es una labor policial. Es una labor de inteligencia. Es funcional, de investigación y, lógicamente, pese a todo lo que hagas siempre hay explosiones. Así que, luego, siempre hay otra parte que es identificar, sacar inteligencia de esos artefactos que han explosionado. Y como, pese a todo, sabes que va a haber explosiones, pues hay que desarrollar materiales, técnicas, prácticas y procedimientos para que si explosiona no te dañe o el daño sea el menor posible.

-Últimamente se habla mucho de nuevas modalidades de guerra, como la digital o cibernética, con hackeos completos a un país, la química u otros tipos, que rompen con el concepto de guerra tradicionalmente conocido. Sin embargo, la guerra que parece que se está sufriendo realmente en países donde está la OTAN presente es precisamente esa, de ataques puntuales, atentados, muy estudiados y demás…

--Sí… Bueno, lo que pasa es que ahí entramos un poco en lo que es el terreno conceptual. Muchas veces se habla de guerra híbrida, o de guerra irregular o de guerra de baja intensidad o de guerra asimétrica. Son conceptos diferentes entre sí. Lo que sí es cierto es que está demostrado que cuando hay grupos diferentes que tienen acceso a diferentes tipos de armamento, si van a tener efecto sobre las acciones de la alianza hay que combatirlas. Ese nuevo sistema de análisis va a estar ahí permanentemente. Evidentemente, el análisis de redes como nosotros lo conocemos es un tema que roza lo policial, lo indagatorio o investigatorio o la parte de análisis social. Pero no se trata de ver configurada la red, sino una vez configurada la red ver cómo combatirla.

-¿Tiene relación la actividad con este nuevo terrorismo de los lobos solitarios o pequeños comandos que están actuando en los últimos años, como en Londres, o el de Barcelona?

-Lógicamente sí. Lo que pasa es que hay un aspecto importante. La lucha contra IEDS es nacional, entonces, lógicamente, para un ataque en Londres, nosotros podemos dar una serie de pautas o recomendaciones pero es Londres o Reino Unido quien tiene que tomar las decisiones. Igual que nosotros en España. Nosotros hacemos recomendaciones para la alianza como tal alianza en misiones de la OTAN. Lógicamente, nosotros, si nos piden apoyo, lo damos. Pero para una actividad interna de España nosotros no tenemos atribución, para eso están los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Independientemente de que de nuestro centro forme parte personal de las Fuerzas Armadas, de la Guardia Civil, del Cuerpo Nacional de Policía, del Centro Nacional de Inteligencia, agencias de inteligencia extranjeras y fuerzas armadas de 12 países diferentes.

-Es que supongo que ese tipo de lucha no se podría llevar a cabo si no existiera una coordinación muy estrecha entre todos ¿no?

-Evidentemente. Hay que tener en cuenta que lo que pasa en zona de operaciones es como lo que pasa en Las Vegas, que no se queda en Las Vegas. Lo que pasa en zonas de operaciones tiene mucha influencia en lo que está ocurriendo fuera.

-¿De qué manera ha influido internet y las redes sociales en este tipo de acciones bélicas?

--A ver. Hacer mal es muy sencillo. Y muchas cosas tienen lo que se llama dual use, doble uso. Tu puedes usar cualquier cosa con el sentido que creas conveniente. Las redes sociales lo que han hecho es hacer llegar a más gente de lo normal un mensaje, unas veces de radicalización y otras veces de interés técnico para realizar cualquier tipo de artefacto. Eso es algo que es inevitable. Con eso hay que vivir. Se puede luchar también. Lo que pasa es que hay que tener todo el mundo el mismo mensaje y la misma perspectiva. Por ejemplo, hasta no hace demasiado tiempo las redes radicales, principalmente yihadistas, sabían a qué país ir a comprar los móviles porque había una libertad plena y control nulo sobre las comunicaciones. Hasta que ese país no cambió la normativa, seguían comprando allí los móviles. Y ahora mismo todo es accesible, pero claro, mientras no haya una norma.

-¿Cuál es entonces el gran reto de su actividad?

-Pues hacer entender que el artefacto explosivo no es el problema principal, sino la red que hay detrás. Todavía hay que convencer a muchos países de la OTAN de que la actividad contra IED es una actividad de inteligencia y operaciones, no una labor solo de eliminar el artefacto.

-Estos días se está celebrando en Córdoba un encuentro sobre este asunto ¿De qué se habla en este encuentro?

-Este es un grupo en el cual las naciones mandan representantes para tratar las cuatro grandes áreas de trabajo contra IED. Aquí lo que se hace es coordinar esas doctrinas, esos manuales de empleo de los medios, ponerlos de acuerdo y ofrecer a las naciones cuáles deben ser sus posturas cuando se toman decisiones al respecto. De hecho, hay cuatro paneles de trabajo principales, que son el de doctrina y terminología, el de explotación técnica, el de perros en misiones militares y el de los IED en el ambiente marítimo. Esto abarca todas la actividad contra IED, principalmente hay que tener en cuenta que contra ello hay integración, inteligencia y operaciones para evitar el uso de estos artefactos, o al menos reducir sus efectos.

-¿Cuántos países están representados en el encuentro de Córdoba?

--Ahora mismo hay 19 países de la OTAN y países denominados No Nato Nations, que son socios preferenciales, como puede ser Nueva Zelanda, Suecia o Austria…

-En la OTAN y en esta disciplina ¿qué peso tiene España? ¿Ha servido la lucha antiterrorista española como experiencia?

-España tiene mucho peso. De hecho, tengo que decirle que el Centro de Excelencia de Lucha contra Artefactos Explosivos Improvisados de la OTAN está en España, que es la nación que reúne a todas las demás para vengan. España identificó en un principio este problema como algo en lo que podría hacer mucho por la alianza y con gran esfuerzo está luchando para que este centro siga vivo. El 70% del personal y del presupuesto de trabajo de este centro lo proporciona España.