-¿Qué le pidió a los Reyes Magos para Córdoba?

-Lo mismo que el año pasado. Lo que pedimos en 2017 no se ha cumplido en la medida de lo que nos hubiera gustado. Queremos que Córdoba tenga más industrias y que haya más compromiso por Córdoba. Pedimos que se hagan inversiones para favorecer la industria porque la economía sólida, la economía que genera puestos de trabajo de calidad y aporta valor añadido, es la de la industria.

-Si tuviera que entregar carbón, ¿a quién se lo daría?

-A los que nunca ven nada, a los grupos de presión mal intencionados políticamente, que solamente saben obstaculizar. Creo que esos grupos siguen existiendo y continúan haciendo una labor bastante negativa.

-¿Quién falta aquí para que tire de Córdoba?

-Creo que son los cordobeses los que tienen que tirar, la sociedad de Córdoba. Por eso las centrales sindicales y CECO ofrecieron al Ayuntamiento y a la Diputación un compromiso por Córdoba. Todos debemos estar comprometidos. Se han dado pasos, queda año y medio de legislatura y resta muchísimo por hacer.

-¿Qué cree que deberían hacer los empresarios para mejorar la situación en la que se encuentran tras la salida de la crisis?

-Hay de todo. Hay empresas que van bien, otras que van muy bien, por el comercio exterior y líneas de negocio en proyección, pero hay otras que lo están pasando mal y no han salido de la crisis e, incluso, todavía podemos ver algunas malas noticias. A lo que los empresarios deberían aspirar es a potenciar su colaboración entre las empresas. Queda mucho por hacer en la estrategia de la colaboración entre las empresas.

-¿Qué demanda a las distintas administraciones?

-Que faciliten la labor de aquellos que quieran invertir, que quieran crear proyectos de desarrollo económico, que no es poco, y que no estorben, por supuesto dentro del respeto a la legalidad. Pero sí que sean ágiles. Tenemos que ser una organización útil a las empresas y las administraciones tienen que ser útiles a la sociedad. Cuando una administración se convierte en una rémora para el desarrollo, algo estamos haciendo mal.

-¿Falta altura política?

-Falta altura en todos los niveles, no solo en la política. Estamos en una sociedad bastante mediocre en algunos conceptos y hay políticos que no están a la altura, como sucede con empresarios que tampoco lo están o trabajadores. La sociedad necesita un empuje de confianza y de compromiso y eso no se consigue nada más que con proyectos serios.

-CECO celebró en 2017 su cuadragésimo aniversario. ¿Por qué es importante la confederación?

-CECO se ha convertido en estos 40 años en un referente socioeconómico de la provincia de Córdoba y es absolutamente necesaria para el mundo empresarial, entre otras cosas porque los empresarios lo quieren. Me estoy llevando auténticas satisfacciones cuando hablo con empresarios y me comunican lo que ven de positivo y negativo en la confederación. CECO es necesaria como un instrumento de cohesión social y un interlocutor válido para la defensa de los intereses generales de las empresas, de los autónomos y las grandes empresas.

-Le ha tocado una de las etapas más complicadas. ¿Cómo se encuentra CECO? ¿Se está alejando de los problemas originados durante la crisis?

-El 14 de enero hará dos años que estoy al frente de la confederación y está mejor que cuando empezamos. Eso es reflejo de la sociedad y de las empresas. Cuando entramos en una situación difícil es porque las empresas estaban en un momento difícil. Cuando hablo de las empresas hablo también de las organizaciones que integran la confederación. Estamos mejor, hemos crecido mucho en materia de afiliación y seguimos creciendo. Hemos incrementado un 50% el número de asociados estos dos años y esa es una labor de mucho trabajo, de mucho esfuerzo y de mucha confianza, porque quien no tenga confianza en CECO no va a estar en CECO, por mucho que se lo pidas o le ofrezcas. Hay empresas que han visto en CECO un instrumento útil. Estamos mejor, estamos en una senda de crecimiento, hemos vuelto a la impartición de formación profesional para el empleo, estamos desarrollando proyectos muy interesantes tanto con Diputación como con la ONCE y otras entidades, y estamos prestando y cobrando unos servicios de calidad a las empresas y a las organizaciones, fundamentalmente en todo lo relacionado con la negociación colectiva.

-¿Se cuadraron las cuentas?

-Las cuentas se están cuadrando. El año 2016 cerramos con un superávit de 8.000 euros, después de cuatro años en pérdidas y espero que en 2017 podamos dar también una cifra positiva.

-Habla de unidad empresarial, pero hay sectores como el del turismo que está más fragmentado que nunca.

-Difiero de que se haya desmembrado el sector, creo que en la comisión de turismo de CECO están todos y están unidos. Lo que sí es verdad es que han proliferado algunas organizaciones empresariales del sector turístico, precisamente por su propia idiosincrasia. No es lo mismo un guía de turismo que quien gestiona unos apartamentos turísticos. Tengo la satisfacción de que en la comisión de Cultura y Turismo hay un gran profesional y de gran prestigio, como es Javier Campos, y en torno a CECO todos nos sentamos en la misma mesa y vamos con una misma voz.

-¿Comprende lo que tarda en arrancar todo? Por ejemplo, ¿cómo valora lo sucedido con el Instituto Municipal de Turismo?

-En el Imtur se ha constituido el consejo asesor, donde estamos los empresarios representados en un número importante, pero no estamos en el consejo rector. Lo que ha pasado con la sentencia del Imtur es algo que se veía venir. La ley es muy clara y lo que ha hecho su señoría es aplicarla. La decisión de no recurrir la sentencia por parte del Ayuntamiento es acertada. Habrá que reestructurar el consejo rector del Imtur y desde el consejo asesor aportaremos nuestro punto de vista. En la próxima reunión del consejo asesor vamos a empezar a debatir sobre un plan de acción para 2018.

-De todas las infraestructuras y equipamientos pendientes, ¿cuál cree que está afectando más negativamente a Córdoba?

-Todas aquellas infraestructuras que están a medio hacer y no se ha tomado la decisión de hacerlas y que estén relacionadas con el mundo de la logística son absolutamente fundamentales para esta ciudad y para esta provincia. En 2016 firmamos el pacto por la logística, al que ha anunciado la Junta de Andalucía que se unirá, y así lo espero. Todas aquellas infraestructuras que estén relacionadas con suelos de grandes superficies para la implantación de plataformas logísticas, infraestructuras ferroviarias y de nuevas tecnologías son esenciales, porque cuando hablamos de logística hablamos de industria y de empleo de calidad. Estamos pasados de tiempo y ya tendría que estar hecho todo, pero nunca es tarde.

-¿Qué equipamiento priorizaría por encima de todos?

-Los relacionados con el desarrollo económico que afecten a la iniciativa privada. Hay infraestructuras que son muy importantes, que son necesarias, pero priorizaré siempre las que vayan de la mano del desarrollo económico y de la iniciativa privada. Ahí estarían el Palacio de Congresos, el Centro de Convenciones del Parque Joyero, las rondas, la logística, el desarrollo del suelo industrial.

-¿Sigue siendo Córdoba la gran olvidada de las distintas administraciones?

-Sí. No podemos estar satisfechos y hay que remitirse a los presupuestos generales del Estado y de la Junta. No estamos bien posicionados. Esperemos que cambie la situación. De todas formas, facilitar la labor al mundo empresarial es la mayor inversión que puede hacer una administración pública. No es normal el retraso que se está produciendo en Córdoba con las infraestructuras. Por qué no se cumplen los plazos, por qué se prima el proyecto más económico; luego pasa lo que pasa y pagamos los mismos. Lo que no pagas por un lado lo pagas por otro, porque los proyectos cuestan lo que cuestan y por eso surgen los problemas en los retrasos.

-El posicionamiento respecto a Cosmos es muy claro por parte de ustedes. ¿Se pone en riesgo el futuro de esta industria?

-Lo de Cosmos es un sinsentido que ya veremos cómo acaba. CECO ha presentado alegaciones al proyecto de innovación del PGOU porque tenemos toda la razón en defensa de la situación de la empresa. Ya veremos cómo acaba lo de Cosmos, pero no se están dando mensajes de confianza a la inversión empresarial en Córdoba. Todo esto está afectando a otras inversiones. La incertidumbre y la desconfianza influye negativamente y no es un buen mensaje el que se da a las empresas que quieran invertir.

-¿Si ustedes lo ven tan claro, por qué no sucede esto con el gobierno municipal?

-Porque es una decisión política que es fruto de los pactos preelectorales y postelectorales. Estoy convencido de que si el Ayuntamiento no tuviera una coalición municipal para su gobernanza el PSOE tendría otra opinión, que es la que está expresando la Junta de Andalucía.

-¿Está afectando el problema de Cataluña a los cordobeses?

-Siempre afecta. El boicot a los productos catalanes está ahí, es una neurona que está en el cerebro. Afecta a Córdoba, a Andalucía y a España. El desequilibrio constitucional ha incidido en la economía catalana, con la salida de empresas.

-¿Por qué sigue siendo un sueño ser funcionario entre los jóvenes? ¿Qué está fallando aquí para que no se reactive el emprendimiento?

-Es menos sueño, entre otras cosas porque lo único que consigues con la función pública, a parte de ser una profesión dignísima, es la estabilidad y la seguridad, trabajo para toda la vida, como dirían nuestros padres. Esto está cambiando rápidamente y el trabajo para toda la vida ya no es lo que más prima. También hay otros conceptos que son importantes en la juventud, como la aventura y la capacidad de riesgo que hay en muchos jóvenes. Después de seis años de una congelación en la función pública, cuando comienzan a publicarse las plazas en los boletines, el que está en el desempleo ve una posibilidad, pero no habrá plazas para todos. Esto no saldrá adelante mientras las empresas privadas no inviertan, se les facilite esa inversión y se creen puestos de trabajo. El trabajo para toda la vida es un bien que existe, pero que también está en revisión y en el futuro será distinto.