El Consejo del Movimiento Ciudadano ha acordado llamar a la participación en los actos en torno al 25-N contra la violencia de género, al contrario que ha hecho hoy Vox que ha pedido la suspensión de la concentración a las puertas del Ayuntamiento y la marcha a pie, previstas para mañana. Asimismo, ha mostrado su desacuerdo con el gobierno local al retirar el cartel de la campaña municipal del 25N, Día Internacional contra lo violencia a las mujeres, así como el cierre precipitado de la Casa de Igualdad, decisión rectificada al día siguiente de su cierre.

Sobre el cartel, sin entrar en valorar lo controvertido del mensaje o su adecuación al objetivo que pretendía, aspectos que pertenecen a la libre interpretación de quien lo analice, el Consejo del Movimiento Ciudadano considera inasumibles las causas argumentadas por la institución municipal para su retirada.

"Ya fuera la presión ejercida por determinados sectores a través de las redes sociales, ya fueran las protestas expresadas por los grupos políticos con diferentes visiones e interpretaciones del mensaje discutido, ni unos ni otros deberían haber influido de forma semejante en la autoridad municipal si ésta hubiera defendido su campaña publicitaria con la debida coherencia de quien sabe lo que hace y aprueba". Para el CMC, la retirada del cartel evidenció lo contrario, mostró a la autoridad sometida a presión, asumiendo el hecho como error cometido, sin defender sus propósitos y objetivos.

En lo referente a la orden de cierre de la Casa de Igualdad, rectificado con prontitud, también el Consejo del movimiento Ciudadano en pleno, mostró su desacuerdo absoluto, pues ninguna justificación como la expresada es admisible para el cierre de un equipamiento municipal y la privación de un servicio público a la ciudadanía, sin consulta ni previo aviso al propio Consejo Municipal de la Mujer con sede en dicho

lugar. La alarma causada por "las amenazas telefónicas de carácter machista y fascista", no justifica para el Movimiento Ciudadano que el Ayuntamiento deje sin servicio un centro municipal, por el contrario, es su deber proteger a las personas afectadas, tanto trabajadoras como usuarias, sin doblegarse a semejante presión, creando así desconfianza y sentimiento de desprotección en la ciudadanía pues, con tal ejemplo, cualquiera puede sentir temor a manifestarse públicamente sobre sus ideas o aspiraciones.