El gobierno municipal y los sindicatos están tratando de buscar una solución a la alarmante escasez de efectivos en el cuerpo de Bomberos de Córdoba, una situación a la que se ha llegado, entre otras variadas cuestiones, por la supeditación de la contratación de personal en los ayuntamientos a la ley de Presupuestos Generales del Estado. Este verano, el edil de Seguridad, Emilio Aumente, informó de que entre 2017 y 2018 se jubilarían 31 bomberos, por lo que la plantilla del Servicio de Extinción de Incendios de Córdoba (SEIS) pasará de 158 a 127 efectivos. Tal era su preocupación que llegó a anunciar que el parque del Granadal podría cerrarse. Entre las ideas que se barajan (amén de las 21 plazas que están en fase de borrador), y que tendrán que verse luego en la mesa general, está impulsar un proceso de promoción interna y abrir una comisión de servicios para cubrir los puestos este verano.