El expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán, condenado a seis años y dos días de cárcel y 15 años y dos días de inhabilitación especial en la conocida como pieza política de la causa judicial sobre los expedientes de regulación de empleo (ERE) por los delitos de prevaricación y malversación, ha cambiado de letrado y ha designado para que le lleve su defensa de cara al recurso de casación ante el Tribunal Supremo al abogado penalista José María Calero. Durante todo el juicio el representante legal de Griñán ha sido José María Mohedano y el objetivo era que ambos letrados ejercieran la defensa del expresidente de cara al Supremo, no obstante Mohedano ha asegurado que ha renunciado porque considera que las características de Calero son «incompatibles» con su permanencia en el caso,