Se acaban los adjetivos para definir la imperiosa necesidad que tiene este Córdoba de lograr su tercera victoria liguera, tras las cosechadas en octubre ante el Almería y a inicios de noviembre frente al Extremadura. Ambas, además, en el estadio El Arcángel. Sale el Córdoba de la ciudad califal y las esperanzas de que vuelva con los tres puntos en el zurrón son limitadas, incluso diminutas. Ese crecimiento, aunque sea por la mera novedad, que se espera de la llegada de un nuevo entrenador, no se ha cumplido en lo que a puntos se refiere con Curro Torres. El técnico nacido en Ahlen suma un empate y una derrota en Liga, amén de la sonora goleada recibida en Getafe.

El pasado viernes, en sala de prensa, el entrenador del Córdoba aceptó que la situación es complicada, pero negó que el encuentro de esta noche ante el Zaragoza, a las 20.30 horas en La Romareda, sea «definitivo». El preparador de los blanquiverdes apuntó a rescatar «las pocas sensaciones positivas» y puso cierto acento en sus jugadores, a los que pidió «dar un paso al frente», ya que «trabajamos para que los jugadores tengan soluciones, y tienen que dar el máximo rendimiento». Fue un mensaje ligero, sin carga de profundidad, pero que es coherente con lo que se ofreció en la segunda parte del partido en Getafe, con un equipo que en defensa se abrió en canal y que en determinadas jugadas del rival mostró poca contundencia y baja intensidad.

Los maños saldrán con cinco defensas y confían en la capacidad goleadora de Pombo y Álvaro

El estilo que Curro Torres pretende instalar en este Córdoba no se consigue de un día para otro. Salir con el balón jugado desde atrás, tratar de manejar al rival desde la posesión y llegar al área contraria sin recurrir al pelotazo es una filosofía que requiere de maduración. Y precisamente lo que le falta al equipo blanquiverde es tiempo. Penúltimo en la tabla con solo 12 puntos y a cuatro de la permanencia, que marca el Elche con 16, es un panorama lo suficientemente complejo como para que lograr la victoria sea una cuestión de necesidad. El qué, los tres puntos, se impone al cómo, el juego realizado. El aficionado del Córdoba no le pide ya a su equipo que juegue bien, sino que gane partidos para que la salvación no se aleje conforme avance el invierno, tal y como ocurrió en la temporada pasada. No todas las primaveras traen las mismas flores que trajo la de 2017, por lo que es menester ponerse las pilas y que el trabajo comience a dar resultados.

Los pupilos de Curro Torres deben mejorar sensiblemente su nivel defensivo para rascar los tres puntos

No es la batalla de La Romareda, eso hay que reconocerlo, precisamente fácil. El Zaragoza es decimonoveno, con 15 puntos -tres más que los blanquiverdes- y con una afición exigente, que entiende que los maños deben subir de forma casi obligatoria a Primera y que no soportan estar en posiciones tan bajas en la tabla, aunque en los últimos años no haya sido una situación del todo extraña para ellos. Su actual técnico, Lucas Alcaraz, tampoco ha dado con la tecla, y desde la capital del Ebro se han lanzado durante toda la semana mensajes sobre la importancia vital del partido de esta noche. Ambos equipos harán cambios en el once. El Córdoba buscará más solidez atrás y mayor capacidad de llevar el balón hasta el área contraria, y Curro Torres hará modificaciones en el centro del campo.

CAMBIOS EN LA MEDULAR

Bambock se quedó fuera de la lista, y se espera que Blati Touré acompañe a Vallejo en la medular, con De las Cuevas o Jovanovic en la mediapunta, sacrificando a un desacertado Quim Araújo. El joven Sebas Moyano podría disfrutar de una nueva oportunidad en banda. Arriba, ante la ausencia en la lista por decisión técnica de Erik Expósito, el referente ofensivo será el italiano Piovaccari. En defensa Curro Torres mantendrá el sistema de cuatro zagueros, con Loureiro en el lateral diestro, Quezada en el zurdo y Quintanilla como fijo en el centro. El otro puesto de central se lo disputan Aythami y Valentín, ambos lejos de su mejor versión.

El Zaragoza de Alcaraz recurrirá a la defensa de cinco, con tres mediocentros que combinan la profundidad de Pep Biel con el trabajo de Javi Ros y James. Arriba, Pombo y Álvaro Vázquez tratarán de hacer mella en la discutida defensa del Córdoba. Arbitra el castellano-manchego Isidro Díaz de Mera Escuderos.