El cambio de perfil de las personas donantes, cada vez de más edad, supone un reto para la actividad de los equipos de trasplantes, reconocieron ayer en Sevilla los máximos responsables del programa andaluz.

Así, la edad de los donantes ha pasado de ser de 35 años en 1991 a aproximadamente 60 en los últimos años. Es un cambio motivado por la disminución de los donantes fallecidos a consecuencia de traumatismos craneoencefálicos --por accidentes de tráfico-- y a la disminución de accidentes vasculares, gracias a un mejor control de la hipertensión arterial.

De esta manera, hace 20 años el porcentaje de donantes que tenían menos de 30 años representaban un 45% del total, y en el primer semestre de 2014 sólo significan ya el 4%. Frente al dato de 1993, cuando sólo el 6% de los donantes de órganos tenía 60 o más años, actualmente estos donantes significan el entre el 50 y el 60%. En este sentido, explicaron los responsables, el sistema sanitario continúa trabajando para mantener las cifras de trasplantes.