El PSOE de Córdoba ha perdido un representante en la nueva ejecutiva regional del partido, aunque mantiene el porcentaje que ya tuvo tras el congreso de Almería del 2012, ya que la nueva dirección del partido pasa de 38 a 31 representantes. Pierde un puesto pero gana peso en el aparato del partido, pues la alcaldesa de La Carlota, Rafaela Crespín, entra en la ejecutiva como secretaría de Política Municipal, una de las más importantes y de mayor compromiso ante las próximas municipales.

Si en la dirección que ayer cesó en sus funciones había cuatro cordobeses, en el nuevo equipo solo habrá tres. En la ejecutiva saliente, el PSOE de Córdoba estaba representado por la parlamentaria andaluza Soledad Pérez en la secretaría de Acción Electoral, y por Esther Ruiz en la de Educación, en la que sustituyó a Araceli Carrillo tras su fallecimiento. Además, figuraban como vocales el alcalde de Puente Genil, Esteban Morales. y la exalcaldesa de Peñarroya Luisa Ruiz. Pues bien, de la dirección de Susana Díaz salen Soledad Perez y Luisa Ruiz, aunque esta última ya había puesto sus cargos orgánicos a disposición del partido tras ser imputada por supuesto uso irregular de los fondos Míner. Repiten Esther Ruiz y Esteban Morales y entra Crespín.

Por el contrario, en el comité director, máximo órgano entre congresos, se ganan tres puestos. De los ocho elegidos en el congreso de Almería del 2012, el PSOE de Córdoba pasa a tener 11 representantes. Repiten en este órgano Francisca Carmona, Telesforo Flores, Teresa Romero, Antonio Fernández Villaverde, Inmaculada Durán y el ex ministro de Asuntos Exteriores Miguel Angel Moratinos. Por el contrario, salen de este máximo órgano entre congresos Joaquín Dobladez, del sector crítico del PSOE cordobés y Rosa Lucía Polonio. Se incorporan al comité director Soledad Pérez; el alcalde de Lucena, Juan Pérez; Rafael Morales , María Angeles Luna y el delegado de Agricultura, Francisco Zurera. El secretario de Organización del PSOE de Córdoba, Antonio Ruiz, es miembro nato, lo mismo que Durán, que al estar representado en el comité federal cede su puesto al parlamentario andaluz Jesús María Ruiz. En el comité federal continúan los alcaldes de Palma del Río y de Doña Mencía, José Antonio Ruiz Almenara y Juani Baena.

La nueva ejecutiva se conoció antes de la medianoche. Si en anteriores cónclaves regionales la lista de la dirección del partido se sabía bien avanzada la madrugada, hasta eso ha cambiado con el liderazgo de Susana Díaz, que ha conseguido reunir a su equipo sin contienda entre las ocho agrupaciones andaluzas, que en otras convocatorias peleaban por colocar a los suyos en los puestos clave.

Pero esa ha sido la tónica de este congreso, desarrollado desde la unidad y la ilusión. En esta ocasión no había ganas de buscarle las vueltas a la nueva líder del partido. Antes al contrario, han cerrado fila en torno a ella, y más tras su fulgurante éxito de hace un par de semanas en la Conferencia Política de Madrid, donde se llevó al auditorio de calle, creó buen ambiente entre los barones y hasta los más veteranos afirmaron que había nacido una estrella.

El frío granadino no se colaba, estén ustedes seguros, en un palacio de congresos imbuido de calor humano, porque si cerca de 800 eran los delegados convocados por el PSOE-A, la expectación era tal que entre invitados y amigos la cosa se puso en unas 2.500 personas, la mayoría hablando todas a la vez, en una algarabía optimista por la que desfilaron el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, Elena Valenciano y Manuel Chaves, que sigue portando la enseña de lo unido y triunfador que era su partido cuando él mandaba, y que parece ver con buenos ojos el cambio de rumbo que se aplica, disensiones con su otrora amigo José Antonio Griñán aparte.

Y fue Griñán, encantado con el éxito de su exconsejera y ahora presidenta de la Junta de Andalucía, el que aprovechó la soltura que le da su renuncia y su papel de mentor (y el ser presidente del PSOE) para soltar un discurso de lo más jugoso, en el que vino a decir, y dijo, que los de su generación han prestado "un buen servicio, pero nuestro tiempo ha pasado". No estaba allí Alfredo Pérez Rubalcaba para tomar notas, pues se le espera para hoy, pero seguro que lo lee en la prensa, y se da por aludido de cara a las próximas primarias socialistas. Se les ha pasado ya el arroz a los líderes sesentones, vino a decir Griñán, y el secretario general del PSOE de Córdoba, Juan Pablo Durán, se apunta a ese carro, y desde su edad mediana no afectada por el comentario valoró que el expresidente andaluz haya sabido darse cuenta de que las recetas de antaño ya no sirven.

El lugar común es que el partido volverá a sellarse ahora que Griñán ha dimitido, dado que en su etapa en la secretaría general hubo malestar y disensiones. Ahora, en lo externo, habrá que ver cómo cala en el electorado Susana Díaz. En lo interno, ha dejado claro que no delegará en exceso el control de su partido, del que tan bien conoce el entramado y las sensibilidades.

La delegación cordobesa, formada por 62 representantes, mantuvo un ambiente de camaradería acorde con el resto de los congresistas. Sus integrantes se subieron en dos autobuses y se marcharon a almorzar juntos. Por la tarde, al unirse para hacerse la foto de familia terminaron cantando en el escenario del salón del plenario el consabido Soy cordobés , tan contentos, como si estuvieran en una boda.