Llevo una semana obsesionada con no tirar ni un gramo de comida a la basura y ya he engordado un kilo. Es lo que tiene aprovecharlo todo. Eso y que practicas viejas recetas de madres y abuelas, como las sopas de pan, las tortillitas de San Juan o las croquetas, ese método infalible para aprovechar todo tipo de restos. En tiempos como éste, las abuelas se han convertido en guía para navegantes. Son la prueba de que no hace falta saber de economía para aplicar la austeridad.