La impresionante crecida del río Guadalquivir, a causa de las persistentes lluvias que se vienen produciendo desde diciembre y del desembalse de los pantanos de los últimos días, puso ayer a Córdoba y provincia con el agua al cuello. Cientos de personas desalojadas, numerosas viviendas inundadas y varias carreteras cortadas fueron algunas de las incidencias registradas durante toda la jornada, en la que se activó el nivel dos del plan de emergencia ante el riesgo por inundaciones. Y, lo que es peor, aún se esperaba que la situación se recrudeciera esta pasada madrugada.

Parcelaciones ilegales junto al aeropuerto y otras en Alcolea fueron las zonas más afectadas en la capital al tomar el río terreno inundable. En la urbanización Guadalvalle se habían desalojado hasta el mediodía unas 60 personas, aunque la cifra se incrementó por la tarde al salir de sus casas los de las 74 viviendas de la cercana Altea. También fueron desalojadas varias familias en Ribera Baja, Las Cigüeñas y el Pilar de la Vega, en Alcolea. Se trata de parcelaciones construidas en zonas inundables, como destacó el alcalde, Andrés Ocaña, tras reunirse el comité asesor, un mecanismo para coordinar los medios de las distintas administraciones y garantizar la seguridad de las personas.

Pero no fueron estos los únicos desalojados. También en Encinarejo salieron de sus viviendas unas 80 familias. Ante esta situación, el Ayuntamiento ofreció a los afectados sin recursos o sin posibilidad de alojarse con familiares su alojamiento en la residencia municipal de mayores del Guadalquivir, donde se habilitaron 20 plazas con posibilidad de ampliarlas a 40, disponiéndose al mismo tiempo el pabellón de Las Margaritas por si la situación se agravaba.

El agua del río llegó a cubrir parte de los terrenos en los que se están haciendo movimientos de tierra para la construcción del nuevo aeropuerto. El subdelegado del Gobierno, Jesús María Ruiz, dijo que se trataba de zona perimetral y que en ningún caso afectó a lo que será la nueva pista. Fuentes de AENA también señalaron que los terrenos afectados están a las afueras del aeropuerto y que se han hecho todos los estudios necesarios para que el nuevo aeropuerto opere con todas las garantías.

El subdelegado y el alcalde comparecieron tras la reunión del comité asesor junto a la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar; el vicepresidente de la Diputación, Fernando Expósito, y la delegada de Gobernación, Isabel Ambrosio, que lanzó un mensaje de tranquilidad.

En la provincia la peor parte se la llevó Castro del Río, donde incluso un helicóptero tuvo que evacuar a dos personas. También hubo desalojos en Villafranca y Algallarín. En Luque y Doña Mencía hubo calles anegadas; en Baena se evacuó a una familia por la crecida del Marbella, y en Palma del Río la alerta era máxima al cierre de esta edición y se había aconsejado a unos 200 vecinos que no pasaran la noche en las viviendas próximas al cauce del Guadalquivir.