Colombia

Petro asegura que no dimitirá y nombra a un abogado para que lo defienda

Arrecia la crisis institucional tras el escándalo por la revelación de su hijo sobre la financiación irregular de la campaña

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, este jueves en Bogotá.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, este jueves en Bogotá. / Mauricio Dueñas Castañeda / EFE

Abel Gilbert

Algo se ha quebrado en Colombia desde el momento en que un acorralado Nicolás Petro encendiera el ventilador y comenzara a contar que la financiación de la campaña electoral que llevó a su padre a la presidencia se nutrió de dinero muy sucio. El propio Gustavo Petro es consciente del alcance de la rajadura del andamiaje que sostiene al primer Gobierno de izquierdas poco antes de cumplir un año. Su hijo reconoció su responsabilidad ante la Fiscalía que lo ha imputado por enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Pero a cambio de atenuar penas y esperar en libertad el desarrollo del juicio, habló de todo y, en particular, de los aportes económicos de personajes ligados al paramilitarismo y el narcotráfico. A partir de ese momento comenzó a sobrevolar alrededor del Palacio Nariño el fantasma del juicio político. La oposición de derechas no solo ha decidido impulsarlo en la legislatura sino en la calle, y por eso prepara una manifestación para pedir la renuncia del mandatario. "No es legítimo su ejercicio del poder", dijo la senadora de ultraderecha, María Fernanda Cabal.

En estas horas tan difíciles como inesperadas, Petro se valió de su cuenta en Twitter para expresar el "dolor, a nivel personal" que lo atraviesa debido a "las informaciones sobre presuntas irregularidades en el desarrollo de la campaña presidencial en la Costa", donde su hijo, arrestado el pasado sábado, estaba particularmente involucrado. "En cuanto a la institución, sin vacilación alguna, afirmo y reitero que nadie puede estar por encima de la ley y que la justicia debe aplicarse de manera imparcial, con el debido proceso y todas las garantías constitucionales". Por disposición judicial, el hijo del presidente no podrá salir de la ciudad de Barranquilla, ni asistir a actos políticos. "Le queda terminantemente prohibido interactuar con las personas que le dieron dinero de procedencia ilícita y con cualquiera de los involucrados", le advirtió el tribunal capitalino.

Por su parte, el mandatario anunció que será representado ante los tribunales por Mauricio Pava, integrante de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema. Todo un gesto político el suyo: 10 años atrás, Pava emprendió acciones legales contra el actual jefe de Estado, cuando era alcalde de Bogotá. Frente a las peticiones de dimisión, el mandatario fue categórico. "Continuaré decididamente con la agenda presidencial. Nada ni nadie puede detener la lucha de toda una vida contra todas las formas de corrupción, y el Gobierno continuará sin distracciones su tarea y compromiso por una Colombia mejor".

Un terremoto debajo de sus pies

Petro no tuvo ni un minuto para disfrutar el pasado jueves de las mieles de su primera victoria política: la entrada en vigor del alto al fuego pactado por seis meses entre el Gobierno y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN). El mismo día, su primer hijo había lanzado la confesión que de inmediato ocupó los primeros planos noticiosos. El presidente se vio obligado a hablar de una manera que no estaba prevista. Para diferenciarse de sus antecesores en el poder, que tuvieron sus salpicaduras y manchas por escándalos familiares, se consideró a sí mismo "el primer presidente que le dice a la Justicia que juzgue a su hijo", algo que "me costará muchísimo" pero eso es necesario porque, subrayó, "si protegemos la verdad y la justicia, alcanzaremos la verdad y la paz".

Nicolás Petro y su exesposa Day Vásquez, el 7 de agosto de 2022 durante la toma de posesión de su padre en la Plaza Bolívar de Bogotá.

Nicolás Petro y su exesposa Day Vásquez, el 7 de agosto de 2022 durante la toma de posesión de su padre en la Plaza Bolívar de Bogotá. / Carlos Ortega / EFE

Para los analistas, a Petro no le quedaba otra alternativa que mantener equidistancia en el escándalo, aun sabiendo que los costes políticos no se demorarían en llegar y han abierto la puerta a una crisis institucional de proporciones, como no se recuerda en Colombia en tres décadas, cuando el presidente Ernesto Samper fue objeto de sospechas de haber recibido dinero del narcotráfico. La locuacidad de su hijo, y el señalamiento de numerosas personas es, para radio Caracol, apenas "la punta del iceberg de un escándalo de magnitudes escandalosas". El arsenal de pruebas que presentó la Fiscalía en contra del diputado Petro Burgos fue "tan contundente" que el hijo del presidente pasó en un santiamén de negar las acusaciones a agachar la cabeza compungido y convertirse en colaborador de la justicia. Su ascenso económico se ha mostrado con sus ribetes vergonzantes. Para la revista Cambio, uno de los momentos más significativos tuvo lugar cuando se mostraron los chats entre Petro Burgos y su exesposa Day Vásquez en los que le propone pagarse sus cirugías estéticas con fondos que estaban destinados a la publicidad electoral.

El petrismo, desconcertado

El petrismo siente el impacto de lo que sucede, a pesar de que su líder fue taxativo: "Para quienes nos apoyan débilmente o se confunden, para los más fuertes, para los que nos atacan, pierdan cuidado, el presidente de la República jamás ha solicitado a ninguno de sus hijos el delito. Ni para ganar, ni para financiar campañas".

Al portal 'La silla vacía' no se le pasó por alto la vara ética con la que Petro medía a sus rivales en el pasado. En marzo de 2020 se destapó el escándalo conocido como la Ñeñepolítica, y que ponía en entredicho la legitimidad del triunfo electoral de Duque, dos años antes. "El consejo de Estado afirmó en sentencia que un solo voto a través de fraude anula la elección. En 2018 hubo centenares de miles de votos comprados en la elección presidencial y la fuente del dinero para comprar votos fue el narcotráfico", dijo el entonces senador. "¿Aún dudan que un presidente ganó con trampas?", escribió además en su cuenta de Twitter. "Y eso se lo cobraron ayer algunos de los que han sido sus aliados", puntualizó 'La Silla vacía'. Uno de ellos es el 'influencer' Levy Rincón, con 640.000 seguidores y que forma parte de la coalición oficial de Gobierno. Si se probaba la entrada de dinero ilegal a la campaña, el hombre que llegó al poder para refundar un país que acumula enormes asignaturas pendientes debía dar un paso al costado.