Los primeros soldados de las fuerzas africanas de la misión internacional de apoyo a Malí (Afisma), procedentes de Nigeria y Togo, comenzaron ayer a llegar al país, coincidiendo con la recuperación, por parte de tropas malienses y francesas, de la ciudad de Konna, tomada por los rebeldes salafistas que controlan desde junio el norte del país en su ofensiva hacia el sur.

El Ministerio de Defensa francés confirmó que las tropas franco-malienses recuperaron Konna, a 700 kilómetros de la capital, Bamako, cuya caída, el pasado día 10, fue el detonante que llevó a París a intervenir a petición del Gobierno de Malí. El avance del Ejército maliense, sin embargo, no logró retomar otra ciudad importante, Diabali, bombardeada sin cesar en los últimos días por la aviación francesa, desmintiendo informaciones previas que aseguraban ayer lo contrario. Diabali, de 20.000 habitantes, está ocupada desde el lunes por rebeldes dirigidos supuestamente por Abu Zeid, uno de los jefes de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).

"Según nuestras informaciones, los terroristas se han mezclado con la población. Es una manera de limitar nuestros ataques, porque saben muy bien" que en estas condiciones "no disparamos", declaró el coronel Thierry Burkhard, portavoz del estado mayor francés.

INSTRUCTORES Mientras Francia sigue desplegando tropas en Malí (ya tiene 1.800 soldados sobre el terreno de los 2.500 previstos), sus aliados en la UE solo aportarán apoyo financiero y logístico. España anunció ayer su aportación a la misión europea: un avión de transporte Hércules y entre 40 y 50 instructores, según explicó Pedro Morenés, ministro de Defensa español, que precisó que la misión del Hércules será trasladar a tropas africanas, a las que adiestrarán y asesorarán los instructores.