La jueza de instrucción de Grosseto (Italia), Valeria Montesarchio, ha ordenado el arresto domiciliario de Francesco Schettino, el capitán del crucero Costa Concordia que naufragó el viernes en aguas de la isla de Giglio (Italia), causando la muerte de al menos 11 personas. La decisión ha causado la irritación del fiscal , Francesco Vetusio, quien ha dicho "no entender" la medida. Montesarchio ha dictado esta medida tras someter a un interrogatorio en la sede del Tribunal de esta localidad italiana a Schettino, quien permanece detenido desde el pasado sábado, según informa el abogado del capitán, Bruno Leporatti. Así lo ha anunciado su abogado, Bruno Leporatti, quien agregó que su cliente cumplirá con dicho dictamen "en su vivienda privada". El letrado ha informado, además, de que su cliente ha accedido a ser sometido a exámenes toxicológicos, con lo cual le han tomado una muestra de orina y cabello.

La decisión, que llegó tras tres horas de interrogatorio en la Fiscalía de Grosseto, irritó al fiscal encargado del caso, Francesco Vetusio, que resaltó que Schettino está acusado de culposo múltiple, abandono de nave y naufragio, penas suficientemente graves para decretar la prisión provisional.

De hecho, Vetusio había solicitado la prisión cautelar del marino tras que éste reconociera haber efectuado él mismo la maniobra que llevó al Concordia a encallarse contra el peñasco de Scole. Dicha versión coincide con los testimonios de los pasajeros y las pruebas que está examinando la fiscalía: la caja negra, los registros de la Guardia Costera y de Costa Crurceros.

Atención psicológica

El marino, que ha recibido atención psicológica en la cárcel de Grosetto, donde ha había sido recluido inicialmente, se enfrenta a 15 años de prisión según la ley italiana. Según el abogado de Schettino, Bruno Leporatti, el capitán ha negado haber abandonado el barco y ha afirmado que salvó "miles de vidas". Leporatti agregó que su cliente cumplirá con la orden de arresto domiciliario "en su vivienda privada", posiblemente su casa en Sorrento, en Nápoles.