Francesco Schettino, el capitán del Costa Concordia, declaró ante el juez que no quería irse de la nave, naufragada el pasado viernes ante la isla italiana de Giglio, sino que se "vio en la nave porque se soltó el seguro".

"No tenía ninguna intención de escapar. Estaba ayudando a algunos pasajeros a tirar al mar una de los botes salvavidas. En un momento concreto, el mecanismo de seguridad se bloqueó y tuvimos que forzarlo. De repente, se reactivo y yo, tras haberme agotado, me veo dentro del bote de salvamento junto a numerosos pasajeros", reproduce el diario Corriere de la Sera.

La versión del marino resulta sorprendente porque alcanzó la orilla junto a su segundo oficial Dimitri Christidis y la tercera, Silvia Coronica. Y contradice la versión de un taxista que le transportó desde la costa y al que había llamado el propio Schettino. El capitán está detenido bajo arresto domiciliario porque el fiscal no pidió arresto en prisión, según la prensa italiana. La juez ha ordenado exámenes toxicológicos para dilucidar si actuó bajo los efectos de alguna droga o del alcohol, un extremo negado por el capitán.

Las investigaciones se centran también en la maniobra del barco al aproximarse a la costa. Schettino declaró ante el juez que conocía el lugar porque había pasado varias veces y que había encallado el barco en un arenal. Los informes intentan dilucidar en qué momento lanzó las anclas, porque una nueva grabación de vídeo revela que cuando comenzó el rescate el ancla no estaba echada.

El capitán se negó a volver al barco siniestrado, según una conversación grabada con el oficial al mando de la Capitanía.

Tareas de rescate suspendidas

Las tareas de rescate, muy complicadas por la posición y el riesgo de hundimiento del Cosa Concordia, han quedado suspendidas este miércoles por la mañana porque la nave se ha vuelto a mover.

Hay 11 fallecidos y al menos 24 desaparecidos tras el naufragio.