Diario Córdoba

Diario Córdoba

CONTINÚAN LAS COLAS EN EL RECINTO DE LA DIPUTACIÓN

El vino joven triunfa en la Cata Montilla-Moriles 2022

El gerente del Consejo Regulador, Enrique Garrido, cree que es una buena fórmula para iniciarse en el consumo

16

Jornada para conocer mejor el vino ÓSCAR BARRIONUEVO

La cata del vino de Montilla-Moriles vive este sábado su día de mayor afluencia, en una jornada en la que las colas se han vuelto a repetir. A las 13.30, hora oficial de apertura, una de las colas de acceso llegaba desde la entrada del parking del Palacio de la Merced casi hasta la esquina con la calle Doce de Octubre. La otra, hasta la puerta principal del edifico. Algunos de los asistentes señalaban a este periódico que hacía unos 45 minutos que estaban en la fila. Tardaron en entrar, pero lo consiguieron.

El recinto de la cata lleno, poco después de abrir sus puertas. Óscar Barrionuevo

Una vez dentro, el ambiente era de pura fiesta. Los catavinos y los brindis abundaban en perfecta armonía con los platos habituales del mayo cordobés (aunque estemos en abril), donde las gambas y la tortilla se podría decir que eran los platos estrella, aunque la oferta era bastante más amplia y variada. Y en vinos, quizás por el tipo de público mayoritario, se imponen los también denominados “jóvenes”, que, según las fuentes consultadas por este diario, están siendo los más demandados. Aunque siempre hay puristas, o quizás buenos conocedores de la enología cordobesa, que apuestan de todas, todas, por los finos que tan buen nombre le han dado históricamente a Montilla-Moriles y, por añadidura, a la provincia de Córdoba.

El gerente del Consejo Regulador, Enrique Garrido, indicaba a CÓRDOBA que el vino joven afrutado es el que está siendo más demandado por los asistentes a la cata, sobre todo por las personas jóvenes que están poco habituadas al consumo de vino, y el joven afrutado “es más dulce, más suave que el fino o el oloroso”. Esa circunstancia, apunta Garrido, es positiva, “porque es una manera muy interesante de iniciarse en el mundo del vino y empezar a conocerlo para luego ir avanzando a otros caldos, como los finos”. Aún así, los generosos se siguen vendiendo muy bien, aunque, como señala el gerente del consejo, son unos vinos “algo más difíciles de entender por el consumidor”.

Las palabras de Enrique Garrido se podían confirmar solo dándose una vuelta por el recinto, donde no eran pocas las personas y grupos que aseguraban apostar por verdejos, jóvenes o afrutados. Un ejemplo es Esperanza Chía, que tiene vinculación familiar con el Lagar el Monte, de Moriles Altos, que degustaba un Ximenium, un vino que ha surgido de “elaboraciones tecnificadas y cualificadas”, según señaló el enólogo de la empresa Manuel Capote, quien recordó que en los, digamos “clásicos”, destaca el fino Cebolla. Tras el mostrador de la cooperativa la Aurora, Sonia también nos indica que es su oferta joven, el Amanecer, el que más tirón está teniendo, pero asegura que rivaliza con su Gran Pedro en rama, para los paladares más cualificados en materia enológica.

Los responsables de La Purísima, Pascual, y de Bodegas Cobos, Antonio, coinciden en apuntar que al que le gusta el vino no dudará en pedir un fino, pero entienden que para quien no los conoce “los jóvenes son una buena manera de educar el paladar” de los neófitos.

Un grupo de amigos brinda en la Cata de Vinos de Córdoba. O.BARRIONUEVO

Entre el público, como siempre, hay tantos gustos como catavinos repartidos, o casi. En el grupo de Esperanza, Mari Ángeles, José María, Antonio, Inma y Raquel hacen una propuesta variada. Los hay quienes tienen paladares más delicados y brindan con el vino joven, mientras que otros lo hacen con el fino, aunque sí hubo unanimidad a la hora de apostar por el Pedro Ximénez para el postre.

Helena, Esther, Alejandra y Virginia son cuatro jóvenes con identidad vinícola propia, pues mientras tres de ellas los prefieren “afrutaditos”, la primera se decanta por el fino “porque es más seco y a mí me gusta más”. Por su parte, la familia de Juande Cerrato son de fino, pero él aclara que “yo no entiendo de vinos, pero sé que el que me gusta es el fino, y ese pido y, además, siempre el mismo, el Pata Negra de Pato” e hizo un llamamiento para que también se promocionen los tintos, porque “en Montilla-Moriles los hay muy buenos. Sus acompañantes se dejan llevar por sus consejos, aunque su mujer, Santi Navarro indicó que en su copa en ese momento lo que había era un verdejo afrutado. Cerca de ellos, Pilar Conde, Pilar Ochoa, Manolo Córdoba y Leopoldo Tena son de los que creen que si lo que se quiere es tomar vino, hay que ir directamente a por el fino, en el que seguro que encontrarán alguno que satisfaga su paladar.

Compartir el artículo

stats