Cierre al Mayo Festivo

La Feria de Córdoba cierra sus puertas y deja abierto el debate

Los colectivos constatan las buenas cifras de la cita pero reclaman mejoras en el recinto ferial para poder abaratar el coste del montaje

Rafael Verdú

Rafael Verdú

La Feria de Córdoba terminó la madrugada del sábado al domingo y, a la espera de un balance oficial de asistencia que está previsto que realice el Ayuntamiento de Córdoba este lunes, los participantes en la fiesta coinciden en señalar que ha sido «una buena feria» aunque ven necesario avanzar hacia un nuevo modelo. Así lo indican los representantes de las dos asociaciones de casetas y el del Consejo del Movimiento Ciudadano

Casetas Tradicionales

Para Charo Sánchez de Puerta, presidenta de la Asociación de Casetas Tradicionales, «ha sido una feria buena, pero hay que cambiar y modificar cosas». Entre ellas destaca las medidas previstas para abaratar el coste del montaje de las casetas, que este año se ha disparado y que dificulta la tarde de los organizadores. El alcalde, José María Bellido, anunció hace unos días que el Ayuntamiento se haría cargo de algunas mejoras para las casetas en las próximas ediciones, tales como la preinstalación de la electricidad y de una losa de hormigón como base para las instalaciones.

«Estamos ilusionados porque las declaraciones del alcalde vienen a reforzar la mejora en El Arenal; es verdad que sufrimos gastos de montaje, aunque eso aliviará los gastos», declara Sánchez de Puerta. Ahora toca, sobre ese modelo, «hacer mejoras», que deberían basarse en el proyecto que presentó la asociación hace años para «situarnos en una posición como referente».

Se acabó la fiesta, el desmontaje de la Feria de Córdoba, en imágenes

Un trabajador desmonta una de las atracciones de la Feria. / MANUEL MURILLO

También destaca la portavoz del colectivo que la Feria de Nuestra Señora de la Salud de este año se ha saldado «sin incidencias», salvo alguna cuestión ventilada en redes sociales que ha terminado dando una mala imagen de la fiesta. «Lo que reflejaban esas imágenes no era la Feria», manifiesta la presidenta de la Asociación de Casetas Tradicionales.

Casetas Populares

De manera parecida se expresa Alfonso Rosero, presidente de la Asociación de Casetas Populares, al denunciar también los costes excesivos para el montaje de las instalaciones, lo que ha hecho que se reduzca este año el número de casetas en la Feria de Córdoba. Aun así, Rosero afirma que «ha sido una buena feria, con buena temperatura y con un número importante de visitantes, eso es evidente; estamos muy contentos». 

Para el futuro a corto plazo «alguna cosa habrá que modificar», declara Rosero, «como el modelo de Feria». Para ello, habría que basarse en una moción aprobada por el Ayuntamiento de Córdoba el año pasado, que «giraba en torno a la inversión en el recinto ferial que es necesaria». 

Se acabó la fiesta, el desmontaje de la Feria de Córdoba, en imágenes

El Arenal, este domingo. / MANUEL MURILLO

Ya se están dando pasos al respecto, como reconoce Rosero, pero habría que reunir a la Comisión de la Feria en el próximo mes de junio para seguir debatiendo e «implantar medidas importantes», con el objetivo de impedir que la Feria de Córdoba siga perdiendo casetas como ha ocurrido en la presente edición, en la que se montaron un total de 83 instalaciones en el ferial. 

Consejo del Movimiento Ciudadano

El presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano, Juan Andrés de Gracia, también cree que ha sido una buena Feria, si bien apunta que no todo puede medirse exclusivamente en función del número de visitantes. Esa cuestión depende de factores externos como el tiempo o la economía familiar «y otras muchas cuestiones». En cualquier caso, De Gracia estima que la edición de este año «ha ido de más a menos», con una mayor afluencia probablemente en el primer fin de semana, a la espera de los datos oficiales. 

Lo que más preocupa a De Gracia es el modelo de Feria de Córdoba y el contenido de las casetas, ya que no todas, en su opinión, se adaptan bien a lo que debería ser una fiesta como ésta. Se han visto, aseguró, dos modelos básicos de instalaciones: una centrada en ofrecer comidas a grandes grupos, en las que la decoración era algo secundario; y otras pensadas para jóvenes que se asemejan a una discoteca. 

El futuro

«Lo que nos preocupa es que la Feria sigue sin tener claro el futuro, puesto que ahora mismo hay una situación de impasse, se está apreciando que la Feria camina hacia una fórmula que a nadie le gusta. Hay que poner en marcha los mecanismos de hace siete años que consensuamos para que pueda posiblemente ser una Feria más cercana a la gente», declara el presidente del CMC.

Se acabó la fiesta, el desmontaje de la Feria de Córdoba, en imágenes

Trabajadores de Sadeco ultiman la recogida de residuos en El Arenal. / MANUEL MURILLO

Entre esos dos modelos antagónicos de caseta -la discoteca y el restaurante- se mueven las casetas de corte más tradicional, e incluso se ha ido desarrollando otro tipo de instalación capaz de adaptarse a la demanda a lo largo del día: comienza como una caseta tradicional, cambia por la tarde para convertirse en un sitio de copeo y de noche se adapta para los jóvenes. Para el presidente del CMC, «no hay un solo modelo de caseta, tiene que haber varios para coexistir».

Las casetas que funcionan casi exclusivamente como un restaurante deberían, según De Gracia, abonar la tasa correspondiente por sus servicios, cosa que asegura que no hacen. Por el contrario, el problema de las casetas-discoteca («las mal llamadas casetas jóvenes», dijo) es que «inundan la Feria de ruidos y actividades que podrían darse en otro momento». 

Además, apunta de Gracia que Córdoba tiene el problema de la sucesión de fiestas durante la primavera. Desde Semana Santa hasta la Feria de Nuestra Señora de la Salud «vamos pasando de una a otra y nunca tenemos tiempo para pensar. En la Feria ya hicimos un planteamiento hace siete años y ahora se tiene que ir aplicando la parte de las inversiones, pero también hay que analizar los contenidos. Tiene que ser una Feria con distintos modelos y todos deben permitir la convivencia», concluye el portavoz del CMC. 

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