La grave crisis económica que atraviesa España ha vuelto a aparecer en la campaña de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. En una entrevista con la radio colombiana W, que emite también en el país norteamericano, el presidente y candidato demócrata a la reelección Barack Obama expresó ayer de nuevo su preocupación por la difícil situación que atraviesan España y la Unión Europea (UE). "Es el país más grande de la UE que está en crisis. No podemos dejar que España se derrumbe", dijo. Estas palabras llegan una semana después de que, en una aparición televisiva, Obama pusiera a España como ejemplo de mala gestión de la crisis, apuntando que reaccionó tarde al estallido de la burbuja inmobiliaria y sugiriendo que la espiral de recortes ayudó a agravar el paro y los costes de financiación de la deuda.

Preguntado por esas declaraciones, el presidente estadounidense aclaró ayer que no solo se refería a España. "Grecia, obviamente, tiene incluso más problemas que España, e Italia tiene los mismos problemas en términos de financiar su Gobierno". Obama afirmó que la Unión Europea tiene que trabajar unida para dejar atrás sus problemas. "Hemos trabajado mucho para que toda la UE reconozca que necesitan trabajar juntos" para salir de la crisis, apuntó el candidato a la reelección. Y agregó: "Tenemos que asegurarnos de que España, que ha hecho grandes esfuerzos, está recibiendo apoyo de otros países como Alemania para que las reformas a largo plazo beneficien a toda la UE".

El presidente de EEUU, que observa con preocupación cómo la crisis en la eurozona está lastrando la recuperación económica estadounidense, sugirió que el destino de ambos continentes está estrechamente unido. "Mientras mejor estén ellos, mejor estaremos nosotros", señaló. Europa es el mayor socio comercial del gigante norteamericano.

MAL EJEMPLO La situación de España ha estado presente en la campaña presidencial en EEUU. El primero que esgrimió el asunto fue el republicano Mitt Romney, que en el primer debate entre los dos candidatos utilizó a España como ejemplo de lo que no se debe hacer --"no es posible equilibrar el presupuesto haciendo pagar más impuestos y generando más desempleo"-- y denunciando el "excesivo" gasto público español. En aquella ocasión, Obama no le rebatió.