España participará desde el primer momento en la operación militar para frenar la ofensiva de Muamar el Gadafi contra los libios. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asistirá hoy en París a la conferencia de generación de fuerzas convocada por Nicolas Sarkozy, una vez que el Consejo de Seguridad de la ONU ha dado luz verde para atacar al régimen libio.

Zapatero fue muy contundente a la hora de pedir a Gadafi que cese las hostilidades contra su pueblo y le reclamó que abandone de inmediato el poder "para permitir el cambio democrático en Libia". Los rebeldes que están haciendo frente al coronel en el este le pidieron hace dos semanas que deje Libia aunque eso signifique que salga impune.

Ante la división entre los países de la OTAN, el jefe del Ejecutivo ha querido formar parte de la alianza de gobiernos que, hoy en la capital francesa, empezarán a diseñar cómo lograr frenar y sacar del poder al dictador.

CON LA ONU Y LA LIGA ARABE Según fuentes de la Moncloa, los países "más dinámicos" que participarán en la conferencia de Sarkozy son, entre otros, EEUU, Reino Unido, Dinamarca, Qatar y Emiratos Arabes Unidos. Zapatero no ha dudado en dar un paso al frente "para acabar con la violación de los derechos humanos en el país magrebí", según fuentes de la Moncloa, porque esa alianza de países opera bajo la tutela de la ONU y con el apoyo de la Liga Arabe. Estos últimos días, el presidente había remarcado que respaldaría la intervención militar si se daban esas dos condiciones.

Zapatero acudirá el martes a defender ante el Congreso la participación española en la misión, con "una contribución importante" de medios aéreos y navales, según dijo ayer, y que hoy concretará en París. Desde el 2005, es obligatorio que el presidente logre el aval de la Cámara aunque, si hubiera que tomar una decisión urgente, el jefe del Ejecutivo iría a pedir ya la convalidación de las medidas. El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha dicho que apoya la participación española.

REUNION CON EL REY El jefe del Ejecutivo mantuvo informado en todo momento al líder de la oposición y al rey Juan Carlos. Zapatero y el jefe del Estado celebraron un despacho extraordinario para analizar la situación, una reunión a la que se sumó el príncipe de Asturias.

El día fue muy intenso en la Moncloa. Ya de buena mañana, Zapatero empezó la jornada con una declaración de intenciones en la escalinata del edificio del Consejo de Ministros junto al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, de visita oficial.