Cambio de táctica. El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, decidió ayer poner punto final a su moderación y hasta comprensión a la hora de hablar de los problemas que acucian al PP. Antes del mitin en La Coruña, Zapatero ya avisó a su correligionario gallego y candidato a la Xunta, Emilio Pérez Touriño, de que iba con ganas de dar caña. Y así fue. Aprovechó el acto ante unas 5.000 personas para pasar al ataque, dirigir la ironía contra el PP y optar por el ninguneo sobre la capacidad de liderazgo de Mariano Rajoy.

En un tono entre contundente y sarcástico, Zapatero avanzó que intentaría no hablar de Rajoy porque "ya hay bastantes en el PP que están todo el día hablando de él y esperando a ver cuándo le suceden".

"NADA POSITIVO" Sobre los casos de corrupción y espionaje que salpican a los populares, el presidente del Gobierno concluyó que "un partido que solo tiene líos internos y problemas tan graves no puede aportar nada positivo", por lo que pidió que resuelva estos contenciosos. "Para relanzar a España, todos somos necesarios", proclamó. A eso añadió la exigencia, una vez más, de que el PP "arrime el hombro alguna vez por Galicia y por España".

Irónicamente, Zapatero sentenció que los populares tienen problemas, y algo más que problemas. Y con una sonrisa en los labios, proclamó que, además, "de líderes no andan nada bien".

Frente a todo ello, y como si contestara a las palabras de Rajoy del sábado en Pontevedra, cuando hizo bandera de la fortaleza interna del PP, el líder del PSOE definió al partido socialista como una formación unida y fuerte y, asimismo, "con liderazgos claros y de futuro".

En clave gallega, Zapatero definió a la derecha de Galicia como un conjunto de "caciques", partidarios del "ordeno y mando, la imposición y los favores". Y llamó a los suyos a evitar que el PP regrese al poder para evitar que "unos decidan por todos".

El secretario general del PSOE también habló de problemas sociales, y mantuvo el tono contundente al rechazar cualquier hipótesis de futuro sobre el despido libre o los recortes sociales. Zapatero blandió la ley de dependencia como ejemplo de su apuesta por la política social y auguró que, durante este año, la ley va a conseguir crear medio millón de puestos de trabajo. Criticó nuevamente al PP en esta materia por su "hipocresía y desfachatez", por estar cuestionando la aplicación de una ley que los populares no pusieron en marcha cuando gobernaron.

PREOCUPA LA ABSTENCION Todas las intervenciones del mitin estuvieron presididas por llamamientos a la participación electoral, ante la certeza de que la reedición del bipartito PSG-BNG depende de que el PSOE haga lo propio. Zapatero hizo un especial llamamiento a aquellos jóvenes que "limpiaron las playas del chapapote del Prestige y los despachos oficiales de caciques" para que vayan a votar.