Empresarios navarros han recibido en los últimos días cartas de extorsión de ETA fechadas en el mes de marzo en las que se les pide, en unos casos, una contribución económica al proceso de paz, y en otros, como tradicionalmente, fondos para el funcionamiento de la organización.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado investigan cuándo fueron remitidas, mientras que el PSOE advierte de que si es después del alto el fuego permanente --24 de marzo-- "no abrirán ningún procedimiento de intercambio de opiniones" con ETA y el PP entiende que esa cartas suponen un desmentido a ese alto el fuego.

El presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra, José Manuel Ayesa, dijo que las cartas suponen una forma más de terrorismo y apeló al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para que las tenga en cuenta a la hora de establecer un diálogo con ETA.

AMENAZAS HABITUALES Ayesa señaló que han recibido varios tipos de cartas; en una, ETA más que exigir "invita" a contribuir al proceso de paz mediante el pago de una cantidad de dinero, y en otra pide el llamado impuesto revolucionario "con las amenazas habituales", si bien de este tipo el presidente de la CEN tiene constancia de una única misiva en Navarra.

Rechazó opinar sobre si estas cartas pueden influir o no en el proceso de paz, pero reiteró: "Lo que sí sé es que no podemos ser ingenuos, porque mientras ETA no se disuelva necesitará financiación".

La Policía y la Guardia Civil analizan el contenido de las cartas y tratan de determinar el número de empresarios a los que se pidió el denominado "impuesto revolucionario".

El portavoz del Gobierno de Navarra y secretario general de UPN, Alberto Catalán, indicó que "no se pueden dar pasos" en un proceso de paz "sin acabar antes con la coacción" que representan esas cartas.

A su juicio, es "curioso observar" cómo el Gobierno central y el entorno de ETA "han hecho proclamas y manifestaciones de la nueva situación" creada con el alto el fuego de ETA y "sin embargo ETA sigue actuando".

Apeló a Rodríguez Zapatero y a la izquierda abertzale para que "condenen estas prácticas mafiosas" y aseguró que "no tiene sentido avanzar en un proceso de paz y que mientras haya gentes que siguen sufriendo", como en este caso los empresarios, a quienes trasladó su solidaridad. Para el diputado de (UPN) Jaime Ignacio del Burgo, las misivas de ETA reflejan que la banda terrorista pretende negociar "con las armas debajo de la mesa".

El secretario general del PSE/EE de Guipúzcoa, Miguel Buen, afirmó que, si se comprueba que las cartas fueron enviadas tras el alto el fuego, el Gobierno y el PSOE "no abrirán ningún procedimiento de intercambio de opiniones" con ETA. Si las Fuerzas de Seguridad determinan que se enviaron tras la declaración del alto el fuego de ETA, Buen sostuvo que "simplemente significaría que ETA no ha entendido lo que la sociedad le ha pedido", por lo que el Gobierno no abriría un proceso de diálogo con la organización terrorista.