Rafael Crespo Molina, estudiante de 2º de Bachillerato del IES Góngora, no salía de su asombro al ver su nombre en las listas de los 52 seleccionados en las prestigiosas Becas Europa. Atrás quedaba un amplio peregrinaje de pruebas, casi un año y medio de esfuerzo, que lo han hecho ir superando cribas y adelantarse a los más de 3.000 participantes de la convocatoria del pasado año. Su recompensa, una estancia de tres semanas en las universidades europeas más prestigiosas para conocer la realidad universitaria de primera mano.

"La idea que yo tenía de universidad no se parece a la que hemos conocido. Pensaba que era solo estudiar, estudiar y estudiar, pero nos han mostrado que es un paso más en la formación integral de la persona y que el verdadero espíritu universitario no es sólo aprender asignaturas, sino también saberlas poner en práctica y al servicio de la sociedad", apunta.

Al principio, señala este brillante estudiante al que le gustaría estudiar Biotecnología, veía la posibilidad de estar entre los seleccionados como algo "inaccesible y lejano", aunque conforme avanzaba el proceso de selección lo iba viendo más factible. Asegura que solo cuando tuvieron que realizar un vídeo de un minuto que reflejara toda su personalidad e inquietudes, pensó: "¿por qué se había metido en esto?".

Su madre, Ester Molina, cuenta que la familia ha vivido este año y medio de esfuerzo y dedicación "como un regalo". Las Becas Europa están promovidas por el Banco Santander y la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid. Su objetivo es "potenciar el talento, premiar la excelencia y apoyar la creación de redes de liderazgo", para intentar forjar la actitud del verdadero universitario.