Fútbol

La falta de pegada del Real Madrid aviva la vía Mbappé: 29 remates, cinco postes y un penalti fallado

"Nunca me había pasado algo así", dijo Ancelotti tras el nulo acierto mostrado por su equipo ante el Barça en el Clásico de pretemporada

El astro francés, cuya necesidad se acrecienta, ha rechazado entrar en la subasta del PSG para darle al Madrid la muestra que necesitaba

Vinicius Junior, jugador del Real Madrid, disputa un balón con Ter Stegen, del Barça, en el Clásico de pretemporada.

Vinicius Junior, jugador del Real Madrid, disputa un balón con Ter Stegen, del Barça, en el Clásico de pretemporada. / Reuters

Denís Iglesias

"Cinco palos es algo que nunca me había pasado. Aunque mejor que suceda en pretemporada". Ancelotti sonreía tras la derrota del Clásico (3-0) de EEUU. Un gesto de tranquilidad acunado por la veteranía que entiende este tipo de partidos como un ensayo-error. Pero los 29 remates a puerta con un resultado de cero goles aceleran la necesidad de contratar a Mbappé o a un delantero de garantías que compense los 40 tantos que aportaba Benzema, incluso fuera del pico de forma.

"Parecía que había una pared en la portería. Es un equipo nuevo y tenemos que adaptarnos, pero ha salido bien. Sin un '9' fijo tenemos ocasiones. Las alternativas se desmarcan bien y eso es positivo", argumentaba 'Carletto'. El duelo comenzó con Rodrygo y Vinicius arriba. Terminó con el regreso al 4-3-3 y Joselu en punta. Ninguna de las fórmulas dio el gol el Real Madrid, que se estrelló hasta en cinco ocasiones contra los palos.

Vinicius y la falta de claridad en los penaltis

Tres de los intentos frustrados en la madera fueron de Vinicius, un jugador que está reaprendiendo funciones en el esquema de cuatro centrocampistas. Esto le obliga a jugar más por dentro, donde no se encuentra tan cómodo. Con todo, sigue generando como el que más. El brasileño fue el máximo exponente del desatino. Tras la salida de Benzema, Vini quiere asumir los galones de tirar los penaltis, que ensaya desde hace días en la parte final de los entrenamientos.

Su disparo desde los once metros se fue al travesaño. Tendrá que seguir probando. La mecánica de Vinicius no es la mejor. Nunca ha ejercido de lanzador de penas máximas. En su carrera, apenas había lanzado dos en el desarrollo del juego, fallando una de ellas. Todavía no está claro quién asumirá esta responsabilidad. "Estamos probando. En ese momento del partido faltaba Modric. Puede ser cualquiera de ellos. Vinicius ha fallado hoy, pero los penaltis los tira muy bien", le defendía Ancelotti.

Para el italiano, el brasileño, pese a la falta de puntería, fue "el protagonista positivo del partido", a diferencia de un intrascendente Bellingham, en contra de lo sucedido en los otros partidos de pretemporada. El Real Madrid quiso escenificar un cambio de ciclo ante el Barça en un partido que no fue para amistoso, con Kroos y Modric en el banquillo. Aunque la pretemporada es un escenario relativo que invita al atrevimiento, Carletto ha aumentado el peso del físico, donde Camavinga o Tchouaméni son fundamentales.

Ancelotti, de la contrariedad a la reinvención

La plantilla del Real Madrid es prácticamente redonda y por eso se perciben mejor las fisuras. Hasta el Clásico, al Real Madrid no le había preocupado en exceso la carencia de un delantero de primera fila o una referencia similar. El 3-2 frente al Milan y el 2-0 contra el Manchester United habían disimulado un bagaje que recopila cinco goles en tres partidos, penaltis fallados y un Rodrygo de falso '9' que todavía no se ha estrenado.

Ancelotti se sintió contrariado con la salida de Benzema y el cierre de filas desde la secretaría técnica para no incorporar un perfil como el de Kane Vlahovic. Él, un hombre de club, se alineó con la postura oficial. "Estamos completos", aseguró tras el segundo partido de pretemporada, donde quedó de manifiesto su capacidad para adaptarse a los recursos.

Tangana en el Clásico de pretemporada.

Tangana en el Clásico de pretemporada. / Reuters

El italiano ha renunciado a su sacrosanto 4-3-3 y sobrevive con un rombo atractivo que pone a Bellingham en el frente de ataque, con la consiguiente adaptación de Rodrygo y Vinicius a sus funciones en la dupla atacante.

Y al final del camino, Kylian Mbappé. Porque todos los caminos llevan a París, donde permanece atrapada -aunque estos días ha cambiado la capital por Mónaco- la joya de la corona que dará sentido al proyecto del Real Madrid a largo plazo. Fundamental en el juego, pero también en todo lo que tiene que ver con el club como producto de fútbol moderno.

Mbappé ha dado la señal que el Madrid quería

La partida por incorporar al astro francés está más abierta que nunca. El equipo blanco ha decidido no mover ficha públicamente y espera. Tras lo sucedido la temporada pasada, el club que preside Florentino Pérez necesitaba una señal por parte del jugador. La tiene después de la renuncia a las ofertas que se han planteado en la subasta organizada por el PSG abierta a cualquier postor que no sea el Real Madrid.

Kylian Mbappé, jugador del PSG.

Kylian Mbappé, jugador del PSG.

El mayor órdago fue el planteado por el Al-Hilal de Arabia Saudí, que prácticamente puso un cheque en blanco. Mbappé no quiso escuchar la oferta, a pesar de que el club envió unos emisarios a Francia. De paso, se quitó parte de la etiqueta que le tilda de jugador únicamente preocupado por el dinero y no por su carrera. Desde el PSG se empiezan a dar mensajes de rendición.

El club francés ya busca alternativas y podría hacerse con Dembélé, quien ajeno a su situación anotó un gol de etiqueta ante el Real Madrid en el Clásico. Luis Enrique planifica la temporada sin el galo y sus compañeros han modelado su mensaje. Hablan de Mbappé como si del futbolista de otro equipo se tratase.

"Es un gran jugador, pero no está aquí. Es una decisión del club, así que no puedo hablar de eso", aseguraba Danilo, el último en responder a la recurrente cuestión de la que depende, ya no solo el destino del Real Madrid, sino el del tablero global del fútbol.