FÚTBOL SALA | PRIMERA DIVISIÓN

¿Qué es lo que se está jugando el Córdoba Futsal en Primera?

El club blanquiverde encara las diez últimas jornadas de competición en medio de una espiral convulsa, con una situación deportiva crítica y una ola de incertidumbre

Los jugadores del Córdoba Futsal saludan a la afición tras el partido ante el Barcelona en Vista Alegre.

Los jugadores del Córdoba Futsal saludan a la afición tras el partido ante el Barcelona en Vista Alegre. / Chencho Martínez

Francisco Merino

Francisco Merino

Semana a semana, partido a partido, jornada a jornada... No ha habido manera. Y el asunto ya se ha puesto muy serio. ¿Arranca el Córdoba Futsal? ¿Será capaz, ya con la cuenta atrás de los últimos diez partidos, de dar ese acelerón que le saque del fondo de la clasificación? ¿Conseguirá que su caudal de calidad -que lo tiene, sin duda alguna- se rentabilice con marcadores favorables? Las preguntas se acumulan y las respuestas no terminan de llegar en el lugar donde se decide todo: la cancha. Con una sola victoria al amparo del Palacio de Deportes Vista Alegre -en noviembre del pasado año, contra el Movistar Inter (4-3)-, el equipo cordobesista no tiene más remedio que remendar en su hogar una campaña descosida por un puñado de potentes motivos que convendrá analizar más tarde. Y ojalá con la plaza en Primera División salvada. Las urgencias mandan y la magnitud de problema exige un enfoque absoluto para resolverlo.

Los dos actores principales, el presidente José García Román y el entrenador Josan González, andan enfrascados en la tarea de desenmarañar la temporada. Las últimas declaraciones de ambos son un termómetro que indica el estado febril de un Córdoba forzado a comportarse con una contundencia que hasta ahora no ha mostrado en casi ninguna de sus parcelas. 

El destino incierto

"¿Si Josan González va a terminar la temporada? No puedo asegurar ni siquiera que la voy a terminar yo", desveló ante los micrófonos -en el ambiente del fútbol sala ya se sabía, por movimientos realizados de modo más o menos sigiloso- el máximo mandatario -y fundador-, José García Román, que relató sus dificultades para tirar hacia adelante con un proyecto que acaba de cumplir los diez años. "Pensaba irme ahora, en 2023, al presentar la camiseta conmemorativa del décimo aniversario", confesó en la Diputación Provincial, durante la gala de la Asociación Cordobesa de Periodistas Deportivos, a la que pertenece. "Ahora que la cosa va mal, no voy a ser una rata y abandonar el primero el barco", dijo. 

No es la primera vez que García Román ha lanzado a través de los medios un mensaje reclamando ayuda para sostener económicamente a un club que cumple cuatro temporadas en Primera División. Es el único representante de la capital que milita en una categoría de élite. "Si llegara alguien que pusiera cinco euros más de los que tenemos asegurados y quisiera quedarse con el club, encantado", soltó. No sé prevé que surja ningún mecenas, al menos a corto plazo. "Tanto si nos mantenemos como si no, me mantendré en el cargo una temporada más, si no sale nadie, esperando el relevo", zanjó. Un alarde de sinceridad que pone sobre la mesa la fragilidad del club en estos momentos.

¿Y Josan González? El pontanés se mantiene firme en un discurso de positividad que chirría a la hora de echar la vista a la clasificación: 14 puntos sobre 60 posibles y equipo más goleado de la Primera División, con casi cuatro encajados de media por cita. "Me voy tranquilo porque quedan muchísimos puntos y en la pista se ve a un equipo que quiere, que defiende el escudo... En ese sentido, tranquilidad máxima. Quedan puntos, pero es verdad que a partir de ahora cada vez que saltemos a la pista es una final. Asi tenemos que tomarnos el día a día, cada entrenamiento", reflexionó el entrenador después de la derrota ante el Betis Futsal (4-3), la séptima consecutiva en un ciclo de once jornadas sin vencer. 

La única cuenta que cuadra

Xota Osasuna Magna, Quesos Hidalgo Manzanares, BeSoccer UMA Antequera, Industrias Santa Coloma y Ribera Navarra. Son los cinco próximos visitantes de Vista Alegre. Faltaría uno más, el 20 de mayo, en la última jornada de Liga: el Viña Albali Valdepeñas. Para entonces, el Córdoba podría tener la permanencia resuelta matemáticamente. Las salidas son a las pistas del Jimbee Cartagena, Movistar Inter, Levante y ElPozo Murcia. A la vista del calibre de los rivales, todo se va a cocer en Vista Alegre y en la visita a Paterna para cruzarse a finales de abril con el ahora colista Levante. 

Josan y García Román, en Vista Alegre, tras la eliminación en Copa ante el Noia.

Josan y García Román, en Vista Alegre, tras la eliminación en Copa ante el Noia. / MANUEL MURILLO

En la temporada pasada, las dos últimas posiciones las ocuparon el Burela (14 puntos) y el Fútbol Emotion Zaragoza (24). El equipo maño tuvo una pelea agónica hasta el final con el Betis Futsal, que se salvó en la última jornada gracias a su esprint postrero (dos victorias y tres empates en la cinco citas finales) y al desplome definitivo del Zaragoza, que solo sacó un punto de los últimos 15. El Córdoba tiene en ese Betis uno de los espejos en los que mirarse para abordar la tarea de la salvación, puesto que el retrato de situación guarda muchas similitudes. El cuadro bético había compuesto un plantel rutilante, llamado a pelear por cotas más altas, pero se vio envuelto en líos desde el principio y terminó teniendo que lidiar con un escenario agrio y estresante.

Los números son los que son. En la cancha y en la tesorería. Quedan diez partidos y no hay nada claro ni en un sitio ni en otro. El examen es global: este sábado habrá entradas gratis en el Palacio de Deportes Vista Alegre, donde no queda otra que echar el cerrojo para los adversarios desde ahora y hasta el mes de mayo. Ya no es por cumplir expectativas. Se trata, simplemente, de puro instinto de supervivencia.

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