Ha recorrido con fidelidad todos los pasos clásicos en un proceso de cambio: el ajuste de piezas, el riesgo, las dudas... Finalmente, el proceso del Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad avista el final. Todo apunta a que será feliz, lo que supondría el marchamo a un proceso de transformación que va más allá de lo que sucede dentro de la cancha. La mutación es global, pero el eje de todo está en el resultado deportivo. Esto es deporte profesional de Primera División. El desafío del club cordobés es permanecer en la élite en una temporada absolutamente desquiciante -sin público, sin apenas ingresos, con continuos aplazamientos de partidos...- y, a día de hoy, lo tiene en la mano. Depende de sí mismo y atraviesa un momento de esplendor por un puñado de buenas razones.

Sensaciones con resultados, más autoestima

El discurso de la mejora permanente, que a veces chirriaba cuando el marcador era negativo, se convirtió en un argumento de hierro a mediados de marzo. Visitó Vista Alegre el Jimbee Cartagena, que además de un candidato al título y una máquina de hacer goles cuenta en sus filas con los internacionales cordobeses Bebe, Andresito y Solano. El Córdoba Futsal protagonizó una actuación memorable, se impuso por 5-1 y todo se vio de otro color. Con ese subidón, el equipo de Josan emprendió una gira de cuatro salidas consecutivas. 

Ganó en Tudela al Ribera Navarra (3-4), empató en Burela (2-2) y ofreció algo más que resistencia en las canchas del Barcelona (1-0) y Movistar Inter (3-1). El Córdoba ya era otro. Le miraban de otro modo y el grupo tomó conciencia de su poder real. El triunfo ante el BeSoccer UMA Antequera (3-0) le ha dejado con siete puntosde ventaja sobre el descenso y con el puesto de play out, que ocupa el Ribera Navarra, a cuatro.  

Vista Alegre: el aliento de una selecta minoría

Jugar sin público penalizó al Córdoba Futsal, habituado a tener más de tres mil fieles dejándose la gargata en cada cita en el Palacio de Deportes Vista Alegre. El retorno de un número reducido de seguidores se ha dejado sentir. Con 400 o 200, según el nivel de las restricciones, el equipo se ha visto arropado y los jugadores han conseguido el estímulo extra para ir un paso más allá en el rendimiento. 

Aficionados del Córdoba Futsal en Vista Alegre durante el partido ante el UMA Antequera. A.J. González

Las tres últimas citas en casa las resolvió el Córdoba con victorias fundamentales: noqueó a Peñíscola y Antequera, rivales directos, y el rotundo triunfo ante el Jimbee Cartagena le dio el salto de calidad. Este próximo sábado (19.30) volverá a actuar en su pabellón ante el Viña Albali Valdepeñas, una formación de rango en Primera. El club despachó en apenas unas horas las 200 entradas que sacó a la venta.

Zequi y Jesulito, talento y goles

Los gaditanos Zequi y Jesulito se han convertido en piezas referenciales del Córdoba Futsal, que ha encontrado en ellos un arma fundamental para elevar las prestaciones ofensivas en el tramo crucial de la temporada. Con Alberto Saura (17 goles) hipervigilado y con sus movimientos estudiados al detalle por los cuadros técnicos rivales, el equipo cordobesista ha encontrado capacidad creativa y gol en este dúo: entre ambos llevan firmados 20 goles en lo que va de curso. 

Zequi lleva 12 en su cuenta particular, que ha ido engordando en los dos últimos meses con actuaciones impecables. Su combatividad pone un plus al equipo en momentos de atasco y contagia al resto. En el casillero de Jesulito hay 8 goles, la mayoría de ellos con su sello personal de belleza y trascendencia. 

Cristian y Prieto, competencia en la portería

Tanto uno como otro han sido jugadores fundamentales, incluso salvando partidos. La competencia en la portería del Córdoba Futsal ha derivado en un rendimiento excelente de sus dos principales actores: Alfonso Prieto y Cristian Ramos. El primero monopolizó el puesto durante todo el primer tramo de la temporada, mientras que Cristian se recuperaba de una grave lesión de rodilla que le llevó al quirófano la pasada temporada. El cordobés, uno de los estandartes del club y miembro del grupo que logró los ascensos consecutivos hasta llegar a Primera, reapareció y recayó. Con él en forma, la portería fue un seguro. Prieto, con larga experiencia, ofreció su cara más eficiente.

La dinámica de un portero titularísimo y un repuesto para urgencias se cerró este curso en el Córdoba Futsal, que dispone de dos elementos de nivel. El equipo ha dejado de figurar entre los más goleados de la división

La aportación de los brasileños en un grupo cohesionado

La llegada en el mercado de los brasileños Caio César y Lucas Perin ha supuesto un añadido de calidad en el Córdoba Futsal. El primero, un experto profesional, ha logrado poner aplomo y marcar el ritmo con pericia en un equipo que durante muchas fases actuaba de forma acelerada y, por esa circunstancia, cometía errores de concentración que le costaban caros. Perin, con contrato largo y más recorrido por su juventud, está aportando cada vez más al grupo. Ha marcado ya tres goles y genera siempre peligro por su variedad de recursos en la pista.

La llegada de fichajes, sin embargo, no se hizo como una apuesta por "presencias salvadoras" sino como un complemento para un grupo cohesionado, en el que la estrella sigue siendo el colectivo. Josan González se ha preocupado de mantener activados a todos sus jugadores, valorando su papel más allá de los minutos de los que disponen en la cancha. Toda intervención es importante y tiene relevancia en su momento. El innegable la ascendencia de Pablo Del Moral, así como el peso de los cordobeses Jesús Rodríguez, Manu Leal , Boyos, Koseky y Cordero, además del hambre de jóvenes en progreso como Shimizu o Ricardo Mayor. No hay jugadores intrascendentes en el Córdoba Futsal.