La vía que condujo al Córdoba CF a la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, donde se ubica el Estadio Jesús Navas, no puede estar mejor comunicada. A pocos cientos de metros de la carretera de Utrera y de la SE-30 que circunvala Sevilla, de fondo, se podía divisar, al tran tran, el metro de la ciudad hispalense, en su recorrido exterior camino de Dos Hermanas. En todo caso, la infraestructura creada por el Sevilla FC para su filial y sus categorías inferiores es, sin duda, una muestra de lo que el club rojiblanco ha conseguido en los últimos 20 años de crecimiento permanente. Una entidad que trató de forma señorial al Córdoba CF y a los periodistas desplazados desde la ciudad califal, obviamente con los exigentes y necesarios protocolos anti-covid de acceso a sus instalaciones.

Una vez dentro, ya ubicados en la tribuna principal del Jesús Navas, la distancia entre lo que es el Sevilla FC y la entidad real del Córdoba CF; y lo más importante, entre lo que es el club blanquiverde y lo que aspira a ser, quedó claramente reflejada. En el palco de autoridades, la plana mayor del equipo local, capitaneada por el presidente, José Castro, y el director deportivo, Monchi, así como por el entrenador del primer equipo, Julen Lopetegui, recibió con una delegación muy importante al club de El Arcángel. El Córdoba CF también estuvo representado de forma más que importante. Javier González Calvo, Adrián Fernández Romero, Miguel Valenzuela, Juanito, Raúl Cámara…Incluso los tres lesionados, Javi Flores, Carlos Valverde y Jesús Álvaro, acompañaron al conjunto blanquiverde en lo que se sabía era un duelo decisivo (y nuevamente frustrado) por el ascenso.

Había mucho en juego, y también se proyectaba la imagen, por ambas entidades, de la importancia del duelo, en el caso del consejo de administración del Sevilla FC, con el añadido del apoyo simbólico a sus jóvenes valores desde los asientos del estadio. El delantero marroquí Youssef En-Nesyri, horas después de que el primer equipo sevillista hubiera vencido al Huesca en su pugna por seguir en la Liga de Campeones, fue de los primeros en llegar, en un espectacular Ferrari rojo. ¿Quieren un detalle más simbólico?

[Así hemos vivido el partido en directo]

Sin embargo, conforme avanzaba la primera mitad, la realidad del Córdoba CF empezaba a reflejarse no solo en el césped, incapaz de superar al Sevilla Atlético, que acabó ganándole y rebasándole en la tabla, sino en otros detalles, del ambiente, de lo vivido en el Jesús Navas, que sacaban al club blanquiverde de la pompa de aquel palco repleto y aquella grada llena de estrellas mediáticas del balompié internacional.

Al descanso, y aún con 0-0 en el marcador, aquel vagón más que particular del metro sevillano, más parecido a un tranvía que a otra cosa, culebreaba por la curva sobre la autovía y se alejaba en dirección Dos Hermanas. Uno seguía la vista, pensando en lo lento que puede transcurrir el camino hacia un objetivo deseado, y se encontraba, dirección sureste, con el mercadillo de Montequinto, localidad más cercana aún a la Ciudad Deportiva hispalense, repleto de tiendas con productos asequibles. Era mejor no hacer símiles y bajar a por un café, la bebida que acaba con el sueño y lleva al consumidor a la realidad palpable.

Hay dos máquinas de café tras la tribuna del Jesús Navas, frente al cuarto de los utilleros y bajo las escaleras secundarias. Una de ellas, electrónica, de último modelo, acepta monedas de todo tipo e incluso tarjetas de crédito. Iluminada con luces de neón, dispensa una amplia variedad de tipos de café para cada paladar. Las monedas caen rápidamente por la trampilla de acceso y el automatismo es perfecto. La otra, de aspecto más envejecido, tiene un cartel de papel con una inscripción en bolígrafo que deriva a «Juani» en caso de avería. Con la esperanza de la victoria blanquiverde aún en el ánimo, la electrónica parecía más segura, más eficiente, más fiable.

La vuelta a la realidad del Córdoba CF fue, desde luego, el jarro de agua fría vivido en la Ciudad Deportiva Jesús Navas. El café no despertó a los blanquiverdes y la máquina electrónica volvió a ser el Sevilla FC, en este caso su filial, que tiró de gallardía en la segunda mitad, también de picardía, para aprovechar la expulsión de Alberto del Moral, y se llevó los tres puntos que tanto anhelaban los blanquiverdes. El Córdoba CF, con la bebida helada y el ánimo afectado, regresó por la autovía, dejó atrás el mercadillo y se dirigió a El Arcángel. Donde esta semana tocará recapacitar sobre lo ocurrido y lo que ha de venir. Valorar la realidad palpable, más allá de los deseos, que quedó clara tras lo vivido en la carretera de Utrera.